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View Full Version : [RELATO CORTO] La Maldición de la Inmortalidad


Cabox
03-01-2009, 07:56 AM
La Maldición de la Inmortalidad

“De joven sufrí la maldición de la inmortalidad, vagaba de noche alimentándome de la vida de otros, hasta que Vermil me salvó.” Eric Vantassle.


Los hijos de las tinieblas se esparcen por el mundo como una lenta pero irrefrenable enfermedad contaminando con el desagradable hedor de la muerte aquellas regiones en las que se asientan, regiones en donde el calor y la luz del sol escasean, y en donde pueden permanecer ocultos, acechando sigilosos entre las penumbras y las sombras. Dichosos quienes mueran al ser atacados por alguna de estas malignas criaturas, pues quienes sobrevivan ya no serán mortales, sino eternos demonios vagabundos de las noches. Como las pestes y las ratas, ellos han encontrado refugio en los fríos y oscuros callejones nocturnos de Montsognir, y se alimentan de aquellos desafortunados que caen en la desgraciada necesidad de tener que transitarlos.
En uno de estos callejones oscuros, una figura atraviesa velozmente un estrecho pasaje de la ciudad en una fría noche lluviosa, pero no es la noche ni la fría llovizna lo que le hace ir tan a prisa sino el profundo temor que lleva encima. Constantemente cae al suelo a causa de la delgada y patinosa capa de hielo en su superficie, pero una y otra vez vuelve a ponerse de pie y a continuar con su desesperante carrera inmune al dolor que deberían causarle los tremendos golpes que recibe. Sin dudas huye de algo o de alguien, y lo que sea que esté causando su huida le aterra demasiado.
-”Duncan.”- Susurra una voz femenina que parece salir de la brisa llamando al personaje por su nombre.
-”Duncan.”- Vuelve a susurrar la misma voz, pero esta vez se oye mas fuerte, como si estuviese a tan solo unos pocos pasos de distancia.
Duncan acelera su corrida intentando alejarse lo mas rápido posible de aquella voz, pero la espesa niebla y su propio miedo son una mala combinación, tontamente toma el camino equivocado y termina acorralándose a si mismo en un callejón cerrado del que ya no podrá escapar.
Sin mas remedio que enfrentar a su perseguidora, Duncan espera agazapado en la oscuridad observando la bruma frente a él mientras oye como los pasos se hacen cada vez mas intensos acercándose en su dirección. Finalmente, la dama de quien huye emerge de la niebla y camina lentamente hacía él manteniendo la mirada fija en su cuello.
-”Vania, por favor...”- Murmura Duncan casi a modo de plegaria. Pero el rostro de Vania no muestra ningún cambio, sus ojos no expresan ninguna señal de piedad o de sentimiento humano, tan solo continúa de pie con la mirada inmóvil clavada firmemente en el cuello de su presa.
Duncan está acorralado y aterrado, su respiración debería estar acelerada, pero no respira, su corazón debería estar latiendo velozmente, pero no late, ambos esperan el siguiente movimiento de su oponente pero la espera se vuelve casi eterna. Por un pequeño instante, la mirada de Vania se desvía levemente para posarse en los ojos de Duncan y éste intenta aprovechar ese mínimo momento de distracción y sacar ventaja. Mostrando sus filosos colmillos, Duncan se abalanza ferozmente contra su perseguidora, pero de nada le servirá, la bien afilada espada de Vania atraviesa el cuello de Duncan separando su cabeza del resto del cuerpo mucho antes de que éste logre siquiera acercarse lo suficiente.
Vania se arrodilla frente a los restos de Duncan con una expresión en su mirada ya mucho mas humana que delata una honda y profunda tristeza, incluso un par de lágrimas salen de sus ojos y descienden lentamente por su rostro hasta llegar al mentón, permanece en aquel sitio por un breve momento para luego simplemente dar la vuelta y desaparecer entre la oscuridad y la espesa bruma.
Con la llegada del amanecer, Vania parte de Montsognir y galopa hasta las cumbres de las montañas donde se encuentran los restos de la antigua ciudad de Dvergardunn, allí se refugia en el alto y solitario mirador, donde permanece el resto del día contemplando el horizonte completamente indiferente de todo lo que sucede a su alrededor, y así lo repetirá incontables ocasiones en los días por venir.
A veces solo pasa el tiempo preguntándose que clase de dioses sádicos juegan con los sentimientos de los mortales de manera tan cruel y despiadada, otras veces sus ojos se cierran y permanecen así durante varios largos minutos, quizás para hacer mas vividos los recuerdos de cuando ella y Duncan visitaban aquel lugar con frecuencia y compartían el inmenso afecto que se tenían.
Duncan hubiese preferido morir a ser salvado de su maldición y vivir con la culpa de las terribles cosas que hizo, aun así, Vania debe cargar con el insoportable dolor de haber sido ella misma quien puso fin a su existencia, y muchas veces ese dolor es demasiado fuerte.
En esos difíciles días, es el atractivo abismo frente a ella lo que ocupa su mente todo el tiempo, el pensar que quizás solo unos pocos pasos la separan de la persona con quien mas quisiera estar y que mientras permanezca en este mundo ya nunca mas podrá... Tan solo unos pocos pasos, y su intolerable angustia llegará a su fin.

http://img89.imageshack.us/img89/958/vania.th.jpg (http://img89.imageshack.us/my.php?image=vania.jpg)

hugolituss
03-02-2009, 12:29 AM
Sabes una cosa, nunca me puse a pensar que los Pnj estaban alli antes que empezara a jugar, estan alli mientras juego, y seguiran estando cuando ya no juegue mas al Ro, excelente el recurso de aprovechar eso.
Me gusto.
Saludos.
Hugo.