Magia, hechizos y guerra

[Nevinirral]

“Y cuando el mal pase por este mundo, cuando haya dejado cicatrices y heridas en este mundo, los enanos que volvieron a la piedra primigenia, se levantaran a reconstruir, a tomar las ruinas de este mundo y volverlo a armar”
- Profecía de Kael el elfo


Salí con dificultad del carruaje en el que antes era prisionero. Lobo me tuvo que ayudar a bajar, ya que aun seguía un poco atontado por el hechizo de noqueo. Mire a mi alrededor, estaban los cuerpos de mis captores en el suelo, uno tajado a la mitad, otro con la garganta aun brotando sangre y el tercero estaba a unos pasos de distancia con tres flechas clavadas en su espalda. Lobo era el único con manchas de sangre en su armadura, el debió haber despachado a los dos que estaban en el suelo. Lo primera pregunta que formule era algo inquisitiva.

-¿Por qué? ¿Por qué me liberaron?

-Tenemos más en común de lo que crees, Beleren –Dijo Climene con un leve acento élfico – Y de nada, por cierto. Pero todas las preguntas se te responderán en breve, pero primero tenemos que ponerte un par de vendas en esas heridas, joven brujo.

No lo había notado pero tenía varias laceraciones en mi pecho y brazos y un dolor centellante me recorría la pierna izquierda cada vez que apoyaba peso sobre ella. Tuve que rodear mi brazo en el cuello de Lobo y ayudarme a caminar con él. Pasamos al lado del carruaje, en el lugar de los jinetes que manejaban en carro, había dos cuerpos empalados con dos flechas. De repente, algo que había pasado por alto me golpe dentro de mi mente.

-¿Dónde está? ¿Dónde está Sofi? Tengo que ir a buscarla…

-Tranquilo imperial. –Dijo Lobo – Ella está bien, un poco asustada pero ella esta más preocupada por ti que tu.

Mientras iba avanzado, note que varios arqueros iban desplazándose en el bosque, haciendo una especie de escolta para nosotros. Si en algo tenía razón Climene, es que tenía mucha suerte. O al menos eso estaría por verse.


Cruzamos el puente sin contratiempos, Alsius debía estar muy ocupado con Ignis, al parecer. Cuando llegamos a un bosque de arboles altos y frondosos, una elfa salió de la oscuridad, se intercambiaron palabras en elfo a la velocidad del rayo, que apenas pude descifrar. Solo logre entender el saludo, “la verdad los hará libres”. Entramos a un campamento con un par de fogatas encendidas, había una choza entre los árboles, nos detuvimos al frente de ella.

-Espera aquí brujo.

Me senté con pesadez sobre una incómoda roca, los dolores recorrían mi cuerpo como la braza ardiente de un herrero tocando la piel del ganado. Climene entro a la choza, después de unos minutos salió e hizo un gesto de afirmación a Lobo. El me puso de pie y entramos a la choza. Dama Blanca. Escuche que era la gran movilizadora de ejércitos, pero nunca la había visto en persona. Estaba sentada, peinándole unos cabellos rubios a una chica. Esa chica era Sofi.

-¡Jace! –Ni bien me vio sus ojos se le iluminaron, corrió hacia mí y salto hacia mi cintura. Si no fuera porque mis huesos y músculos gritaban de dolor, ese hubiera sido un encuentro muy emotivo. Lobo me tuvo que sostener desde atrás para que no me cayera.

-Creoso, Beleren. Ven aquí un momento, apenas puedes sostenerte. Sofi, no lo abraces tan fuerte que puede que tenga alguna costilla quebrada. –Su voz era serena y tranquila, pero sabía de buena fuente que aquella mujer había pasado incontables situaciones poco agradables, tratando de hacer que los elfos hagan su trabajo bien, defender su reino. –Ven siéntate, Climene, Lobo, pueden retirarse. Tu no Sofi quédate.

Cuando Lobo me puso al lado de la chimenea de la choza, lo agarre del brazo antes de que me soltara.

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por liberarme.

-Tú también me ayudaste imperial, considéralo un pago de deudas.

Dama Blanca se dio media vuelta, busco en un saco que tenía en una mesa unos frascos y elixires, probablemente usados para curar, ya que era bien sabido que ella era una experta conjuradora curandera. Se sentó al lado mío, era alguien con un par de años en sima, al menos comparado con mis veintiún años de edad. Pero a los Syrtenses era imposible descifrar la edad, ya que había mucha sangre de elfo en sus venas. Dijo un par de palabras por lo bajo y sus manos brillaron. Apreté los puños, estaba ya acostumbrado a la dolorosa magia curativa, pero esta había sido específicamente dolorosa.

-Lo siento, la composición mágica de los alsirios es diferente a la de los nuestros, calibrar el hechizo es un tanto dificultoso. Pero ya está.

-Gracias –Dije cuando pude recuperar la coordinación de mi boca. –Pero tengo que saber porque sigo con vida…

-Esas preguntas serán respondidas a su debido tiempo, pero primero tenemos que hablar un mas importante.

-¿De qué?

-De ella –Dijo señalando con un ademan en la cabeza a Sofi, que nos miraba con sus ojos claros y profundos.

[Nevinirral]

-¿Y bien? –Dije cuando pasaron ya unos cuantos minutos de silencio.

-¿Y bien qué? –Pregunto la syrtiana.

-¿Vas a hablar de Sofi?

-Por supuesto que no.

-Bien –Trate de ser lo más educado posible, aunque debo decir que en ese momento era dificultoso, había pasado varias dificultades como para que alguien empiece a hacerse el tonto con migo. – Entonces dime, ¿Qué sigo haciendo aquí?

-Estas aquí para proteger a la niña y averiguar su pasado y su papel en esta guerra. Pero no te lo diré yo, no puedo. La información que buscas esta en Ignis. Ahí es nuestro próximo objetivo.

-Y dime, ¿Cómo esperas entrar? No somos un grupo de lo más desapercibido. Además, ¿por qué Ignis? Pensé que ustedes los elfos tenían un conocimiento milenario. Los elfos oscuros tienen menos tiempo en este mundo que muchos de ustedes.

-Por que tenemos que ir a la cuna de la leyenda, de la profecía.

-¿Qué profecía? ¿Y puedes dejar hacer estos juegos? Trata de decir las cosas lo más claras posibles.

-Al parecer tu fama de mago inteligente no es bien merecida. Bien, si prefieres dejar de lado estos acertijos, hablare más claramente para tu intelecto. La profecía que me refiero es a la de Kael el elfo, seguramente te habrán pedido que la estudies en la academia de Magos de Alsius, o su versión de la profecía, al menos.

-Si… aunque averigüe por mi cuenta los datos más exactos, así que se las versiones de los tres reinos.

-Al parecer tu fama de investigador y curioso es bien merecida. Pero hay una que no conoces, la verdadera profecía, aquella que solo sabe Kael.

-Espera… ¿me estas diciendo que Kael aun vive?

-Por supuesto que no, murió bajo las flechas syrtenses, todo el mundo sabe eso. Pero el secreto lo paso de generación a generación. Si tenemos suerte podremos encontrar a su decendiente y si tenemos más suerte aun, el nos dirá la profecía.

-¿”Si tenemos suerte”? ¡Pensé que ustedes estaban más preparados e informados que yo!

-Sí, lo estamos, pero no demasiado. Nuestra orden a estado vigilante, es verdad, pero con los años se ha vuelto muy pasiva. Nos agarraron de sorpresa.

-¿Nuestra orden?

-¿Ahora repites todo lo que digo? Si, escuchaste bien brujo, pero ya hable demasiado, el hechizo que use para curarte me cansó bastante, esa historia te la pueden contar tus salvadores, en el camino hacia Ignis. Ahora vete, hay una carpa especialmente para ti y la pequeña. Descansa, mañana partiremos. Dile a Lobo que entre cuando salgas.

Aunque tenía ganas de preguntar una y mil cosas, la verdad es que estaba muy cansado. No me acuerdo desde hace cuanto dormí en una cama decente. Desde esa noche en la taberna de Montsgomir… con las dos muchachas… eso también no lo hacía dese hace un tiempo. Pero por ahora tenía que descansar, hice un además a Dama Blanca, me levante e hice una leve reverencia, al menos hasta donde me lo permitían mis adoloridos músculos. Salí de la choza y Climene y Lobo estaban charlando (en elfico, por supuesto) frente a una fogata. Cuando llegue con Sofi de la mano, interrumpieron su conversación.

-Maldito Lobo, Dama Blanca quiere verte. –Lobo asintió con la cabeza y se encamino hacia la choza.

-Te ves mejor brujo, con todas las heridas sanadas. –Seguramente lo que Climene quiso decir era: “Antes dabas asco”, pero prefirió ser más cortes. –Ven, te mostrare el camino hacia tu carpa.

Caminamos una seria de carpas amontonadas, cuando pasaba varios elfos y semi elfos miraban y luego se decían unas cosas en voz baja. Apenas puedo imaginar lo excepcional de la situación. Cuando pasamos por al lado de una elfa (joven, al parecer, pero lo más probable que me duplicara mi edad) sonrió, me saludo y me giño un ojo. Supuse lo que significaba, pero aun si tuviera las energías necesarias para tal tarea, tenía muchas cosas en la cabeza como para concentrarme en eso. Al parecer Climene se dio cuenta de eso, resopló y giro los ojos. Cuando llegamos finalmente a la carpa, apenas Climene se fue de la tienda, no pude hacer otra cosa que tirarme en el cómodo colchón y dejar de lado por unos segundos lo que había pasado los últimos días. Por fin tenía unos momentos de tranquilidad, aunque no durarían mucho, de eso estaba bien seguro. Abrí un poco los ojos para verificar que Sofi se encontraba al lado mío. Al ver sus ojos claros como el agua, ya no tenía más que preocuparme.

[Nevinirral]

Me desperté agitado, con un sudor frio, al parecer tuve otra de mis pesadillas. No pude recordar que pasaba en dicho sueño, pero apareció mi madre de nuevo y apareció mi padre por primera vez. Los músculos me seguían doliendo, pero había recobrado la mayor parte de la movilidad. Sofi aun dormía, me pareció raro que no se haya despertado por los gritos de mi sueño, porque aunque no tenia seguridad de haber emitido sonido alguno mientras dormía, la mayoría de las veces, según información de terceros, no paraba de gritar. Ella debía estar más cansada que yo, al parecer.

Sali de la tienda, me acerque a unos baldes llenos de agua que alguien había depositado por allí, probablemente del rio que separaba Alsius de Syrtis. El campamento estaba muy silencioso, todos debían estar durmiendo. Me moje la cara, no me había bañado desde hace un tiempo, y se empezaba a notar. Por suerte, si algo aprendí de Yits, es que los sentidos se pueden engañar, eso incluye al olfato. Hice las señas y rápidamente una fuente de magia salió de la palma de mi mano. La magia, aunque no tiene una forma ni cuerpo especifico, generalmente se presenta en formas de auras o rayos de energía, el color de dicha energía depende de el responsable del hechizo, en mi caso, la magia siempre se presentaba como un color blanco azulado. El hechizo me rodeo y rápidamente un olor a jazmines y lavanda me cubrió el cuerpo. El olor no era muy masculino que digamos, pero era un hechizo de Yits, así que no podía pedir otra cosa, era eso o oler como establo de Benkku todo el camino.

Me termine de enjuagar un poco más la cara, me seque con las mangas de mi túnica y me di vuelta para volver a la tienda. Dama blanca estaba parada a unos centímetros de mí. Por poco más y grito.

-¡Mierda! Ustedes los elfos sí que son silenciosos.

-No hay necesidad de maldecir, Beleren, ahora despierta a la niña, tenemos que movernos.

-¿Ahora? Deben ser las seis de la mañana y…

-Sí, ahora Beleren, el tiempo no va a parar solo por ti.

Aunque tenía ganas de decirle que con el debido hechizo podía parar el tiempo unos segundos, deducí que lo mejor sería mantener mi boca cerrada. Fui a la tienda y desperté e Sofi con cariño, ella aun estaba muy cansada así que decidí llevarla en brazos, con su cabeza apoyada en mi hombro. Empaque las pocas cosas que tenia y salí de la carpa, allí los elfos ya habían ensillado a sus caballos y Valkins, con una rara rapidez. Dama Blanca iba en un caballo pura sangre de Syrtis, de un blanco ópalo. Se inclino en la silla para decirle algo a otro elfo, seguramente un mensajero.

-Y dile a Luca que tenga las tropas listas para… ¡Ah! Bien, estás listo, Beleren, tu cabalgaras en la parte media del convoy, si se pudiera llamar así, -Mire a mi alrededor y la cantidad de elfos que nos acompañaban difícilmente llegaban a los quince – allí, junto a Maldito Lobo y Climene, ya tienen un caballo ensillado. Ahora ve, yo partiré con otro convoy a Alsius, a ver cómo está la situación. Si Beleren, sabemos lo que pasa adentro de tus murallas, nuestros espías nos tienen bien informados, como probablemente los espías de Alsius e Ignis también a sus regentes. Nos encontraremos al máximo de una semana, cuando se despierte Sofi dile que le mando saludos. –Dijo estirando la mano y acariciando los rubios cabellos de Sofi, embozando una sonrisa maternal – Cuídate Beleren, trata de no morir, ella te necesita.

Dicho esto, dio unas señales y se fue cabalgando en su corcel blanco, seguido por unos diez elfos. Me di vuelta y el “convoy” que me esperaba parecía estar listo. Lobo tomo de las riendas un caballo ligero y me lo dio. Me subí y luego Lobo me tendió a Sofi, que aun dormía, la puse adelante mío. Había un perturbante silencio en la marcha, no sabía por qué.

-Así que –Climene por fin rompió un muy prologando silencio – quieres oír la historia de tus antepasados. Pero primero tendrás que escuchar la historia de los Rana Othar…


“Como probablemente sabes, la guerra entre Ignis y Syrtis comenzó por la necesidad de defender las tierras de los ígneos. En realidad, no se los llamaba así, al principio al menos, ya que en esos tiempos se sabía poco de ellos, y los ígneos que hoy enfrentas no son los mismos que se enfrentaban en tiempos antiguos. Estas criaturas… estos demonios, no eran de este mundo. Nadie sabía de dónde venían, solo que empezaron a poblar los desiertos, y probablemente hubieran eliminado toda señal de vida allí si no fuera por los Moloks, los mutantes, los gigantes, si así les prefieres llamar.
En ese tiempo, no había elfos oscuros, solo elfos del bosque. Con esta nueva amenaza, se decidió crear un cuerpo especial de guerreros para tratar con estas criaturas, ya que no tomaban prisioneros, y si los hacían, jamás se los volvía a ver. No se podía negociar con ellos, no había diplomacia, en lo que respectaba a los elfos, eran criaturas que no pertenecían al mundo de la superficie y venían a estar tierras para vaciarla de recursos y así aumentar su ejército. Algunas leyendas dicen que el desierto de Ignis era en realidad una gran extensión de los prados mas verdes conocidos, aun mas que Syrtis, pero eso fue hace varios miles de años, las viejas dicen que estas criaturas fueron responsables de tal devastación, el dolor de la madre tierra fue tan grande que hasta los elfos lo sintieron, por eso decidieron tomar cartas en el asunto.
Si, lo dedujiste, esas “cartas” eran los Rana Othar, o para la traducción al alsirio los “Guerreros errantes”. Se los llamaba así ya que sus empresas los obligaban a viajar por todas las tierras del ancho mundo. Los Rana Othar siempre se dedicaron a perseguir a estas criaturas, a esta “maldad” que purgaba la tierra. Pero esta maldad, era para ellos un misterio, una neblina de incertidumbre cubría el origen de estas criaturas, por eso, los Rana Othar se decidieron en buscar la verdad de las cosas, por sobre todas las cosas. Un mundo sin misterios para ellos, sería un mundo de paz, de armonía, un mundo en el que por fin los habitantes del mundo podrían vivir sus vidas felices. Pero dicha verdad no es fácil de conseguir, ya que la verdad significa libertad, Il ana I kar lat, la verdad los hará libres. Así es, Maldito Lobo, Dama Blanca, yo y un puñado de elfos somos de los Rana Othar. O lo que queda de ellos por lo menos.
Entre los antiguos Rana Othar, había un joven elfo, un mago llamado Kael, estaba ansioso de luchar contra esa amenaza. Cuando fue a investigar a Ignis lo que había pasado, conoció a los Moloks, y vio la desolación y dolor que estas criaturas habían causado, pueblos enteros de la tribu de los habitantes del desierto habían sido quemadas, madres moloks lloraban con el cadáver de sus hijos en los brazos, viejos que apenas podían caminar se los obligaba a hacer evacuaciones de emergencia de sus casas, jóvenes guerreros les faltaban brazos y piernas, y la cremación de cuerpos se hacía cada vez más seguido. Todo esto fue demasiado para Kael, junto a un gran ejercito de elfos, y embriagado por la furia cargo contra el grueso del ejercito de las criaturas. La batalla fue una carnicería, se dice que en el desierto vagan más de dos millones de almas, el campo de batalla fue las ahora conocido como Meleketi.
A pesar de las grandes bajas Kael logro triunfar. Pero para él, liberar de la amenaza de los demonios no fue suficiente, él quería mas, quería asegurarse de que no volviera a suceder lo que paso. Y así fue como se adentro en el desierto en busca del lugar de origen de las criaturas, con un puñado de hombres fieles a él. Pos su puesto, el consejo de Syrtis no lo aprobó, pero hiso caso omiso. Uno a uno, sus hombres fueron cayendo, derrotados por el desierto. Entonces lo encontró: un pasaje en el medio del desierto, no era el lugar de origen de los demonios, pero de allí se presentía una fuerte presencia de magia oscura. Se adentro con los pocos hombres que le quedaban, luego de tres semanas, volvió, pero de toda su compañía solo él quedaba.
Llego a Syrtis afirmando que encontró el lugar en donde provenían estas criaturas, pero el consejo no le quiso prestar ayuda ya que desobedeció órdenes, y además, no era el mismo Kael que había entrado en esa cueva. Sea lo que sea que encontró allí, cambio a Kael, para bien o para mal. Furioso, Kael entro en trance, en el medio de la sala en donde había reunido a los nobles, todos oyeron con gran asombro las palabras que salieron de la boca de Kael:
El mal renacerá, por que el mal nunca muere, la puerta sigue abierta, y de allí vendrá la maldad, se esparcirá en estas tierras como una infección. Tratara de destruir la verdad, imponiendo la suya propia, tratara de moldearla, torcerla y corromperla.
Y aunque la verdad se la esconda con artimañas, artefactos y demás tretas por la maldad, la llave que abrirá las puertas hacia la última verdad, hacia la legítima y salvadora verdad, hacia la liberadora verdad, prevalecerá frente el martillo de la maldad, del caos y la desolación. Porque solo la verdad podrá liberar, solo la verdad los hará libres.
Dicha llave que revelara el camino a la verdad quedara en este mundo, ya que solo aquí puede ser utilizada, pero esta es una arma de doble filo, por ello habrá que protegerla. La maldad no se detendrá ante nada ni nadie, destruirá este mundo si se le da la oportunidad, por ello debemos prevalecer fuertes.
Y cuando el mal pase por este mundo, cuando haya dejado cicatrices y heridas en este mundo, los enanos que volvieron a la piedra primigenia, se levantaran a reconstruir, a tomar las ruinas de este mundo y volverlo a armar
Debemos proteger a la llave abridora de la verdad, porque la verdad, la verdad los hará libres.
Te podrás imaginar la cara del consejo cuando termino de decir todo esto. Lo tacharon de loco, insano. Lo encerraron, pero cuando lo fueron a buscar a la mañana para su ejecución, no estaba en su celda, tampoco estaban en sus casas más de la mitad de Syrtis.
Kael se alió con los Moloks, y se convirtieron en elfos oscuros. Luego de un tiempo, Kael murió, o desapareció, ya que el cuerpo nunca fue encontrado. Pero probablemente lo habrán quemado, acorde a la tradición Molok. Pasaron los años, y el recelo supero al deber, y pronto se olvido el verdadero motivo de que los elfos oscuros se separaron de sus hermanos. Y ahí es cuando tu pueblo, Alsius entra en esta historia…”

[black-archer]

todo eso lo escriviste, VOS?????


ESTAS LOCO ¬¬

[xilus]

Esta buenisimo.... Te felicito... Segui asi!!

[Nevinirral]

Gracias por los comentarios!
Igual, no lo escribi todo de un saque, fui subiendo capitulos de a poco, generalmente escribo cuando la creatividad llega a mi cerebro.

[Rhagnarok]

Genial, está muy bueno que hagas una historia con personajes reales, ahora estoy medio ocupado lo termino de leer mañana, igualmente Congratulations por haber escrito un texto tan largo, aunque sea en partes se vuelve pesado el trabajo.

[La-Dama-Blanca]

Uffff muchas gracias por incluir mi Pj en vuestro relato, me encanto leer, muy buen uso del nombre de los personajes, si bien conosco a la gran mayoria de las personas quienes los manejan, en tu relato los describes mas que como "pj" como son en la vida real.
Espero con muchas ganas el siguiente capitulo... desde ya usted sabe que somos 3 los atentos a su historia.

[Nevinirral]

Sofi se había despertado, pero parecía aun somnolienta. El viaje hasta ahora se había producido sin complicaciones, algo por demás extraño. Climene tomo u tiempo antes de seguir su relato. Estaba admirando el paisaje. Estas tierras, pese a ser escenario de constantes batallas, serian hermosos lugares para vivir. Pero primero tendría que haber paz, y eso, era una idea aun muy distante.

-Como sabrás, Alsius llego aquí en busca de riquezas y para alivianar el sobrepoblamiento de sus tierras natales, pero los que llegaron aquí fueron un puñado de enanos y humanos… ¿Cómo los llaman ustedes? Ah sí, nordo . En fin, los Uthgars siempre habían pertenecido a estas tierras, pero hasta entonces eran seres muy pacíficos, y rara vez salían de la protección de las montañas. Por eso mismo cuando les fuimos a informar sobre la creación de los Rana Othar, no le dieron mucha importancia. Hasta que un explorador de ellos volvió sobre su informe de lo que sucedió en Ignis con Kael, y las tribus de los Moloks que habían sido masacradas. Entonces los Uthgars nos dieron su apoyo, pero su población era escasa, no se podían dar el lujo de enviar muchos guerreros, porque veras, los Uthgars tienen largos y raros periodos de gestación, tendrás que preguntarle a un biólogo sobre los detalles.

“Gracias a los Uthgars, Tenias ya en Alsius unos buenos contactos de los Rana Othar, por ello, cuando llegaron los enanos, lo primero que hicieron fue aliarse con ellos, ya que si no, la confianza necesaria para ayudarnos en dicha tarea no hubiera sido sencilla. Pero para sorpresa de muchos, los enanos no eran extraños en el tema de tratar con las oscuras criaturas que purgaban estas tierras. Nunca e viajado a la capital de tu reino, pero sé que tu si has ido. Sé que los enanos luchan contra estas criaturas desde el principio de los tiempos, que los despertaron cuando escavaron avariciosamente en su búsqueda de minerales. Es más, en su lengua, le han llegado a poner un nombre: Krogan, los retorcidos, ya que en su mente solo tienen la destrucción y esclavización.

“No tienen compasión,
No tienen remordimiento,
Desde su primera aparición,
Solo dan dolor y tormento”

Así cantan los niños en Kampat Dur, capital enana. Pero aquí la cosa se pone más misteriosa, más neblinosa. Los enanos, pudieron retener a estas criaturas bastante bien hasta ahora, es más, lo estuvieron haciendo tan bien que pudieron darse el lujo de realizar exploraciones por el resto del mundo. Es por eso que llegaron aquí. Pero, debes tener en cuenta algo, Beleren, los enanos vencieron en los tuenes oscuros de su ciudadela subterránea en Kampat Dur no por su perseverancia en batalla (no es para quitarles el crédito), si no porque los ataques de los Krogan cesaron, se hicieron cada vez mas y mas infrecuentes. Y la razón de que hayan empezado a aparecer aquí me da mala espina. Nadie ha podido ver de dónde vienen, por los reportes de los enanos, al parecer provienen de las mismas entrañas de la tierra, pero aun no me lo creo, la tierra tendría que ser muy hueca para albergar a tal ejército.

Pero nos estamos desviando de tema, cuando se aliaron con los Uthgars y se enteraron de las noticias, se alarmaron bastante. Al parecer, los Krogan les habían dado una muy mala pasada allá en Kampat Dur. Varios de ellos se enlistaron en los Rana Othar, y mandaron aviso a su emperador. El vino de inmediato, con su guardia personal y su flamante ejercito, y cuando fue a confrontar a los pocos visibles Krogan, paso lo impensado. Tu emperador murió de un flechazo en el medio del corazón, y nunca quedo claro cuál fue el asesino. La flecha tenía rasgos Syrtenses e Ignitas por igual, así que fue imposible dictaminar cual fue el culpable. Sin un líder, los enanos entraron en ira, clamaban venganza, y se tiraron directamente hacia la guerra, olvidando, o más bien, dejando de lado su propósito principal. Los Uthgars estaban en el medio de la contienda, tenían que elegir un bando, por más que les pesase. Eligieron Alsius, ya que los enanos ocupaban sus tierras, si hubieran decidido rebelarse no hubieran echo otra cosa que perecer. Mi opinión personal es que no fue nadie de este mundo que asesino tu emperador, al menos no por órdenes de nadie de este mundo. Estas criaturas, estos… Krogan, se especializan en generar caos y esparcir mentiras, no hubiera sido raro que todo esto fuese obra suya.

Pero lo que paso, paso´, nadie podía evitarlo. Ahora mismo estamos en guerra, tenemos que ir a Ignis y descubrir la fisiología de estos seres, todo eso tratando de evitar el encuentro con…”



-¡Enemigos! –Grito uno de los elfos.

[Ludus]

Me gusta mucho nevi!!, pero aun me quedo una duda de varios capítulos atrás, donde joraca estoy viviendo (porque me cagaron mi casa!!) jaja