Carta de un Hombre llamado “Ciudadano de la Argentina” hacia “Quien corresponda”

[Reivax]

Querido/a Señor/a “Quien corresponda”:



Parece que por estos lados, tenemos nuestros propios huracanes y grandes tormentas. Estos últimos días, últimos meses, esta última parte del año ha estado bastante agitada. Por alguna cosas viejas, las mismas desde siempre, y otras algo nuevas, pero no tanto.



No es algo nuevo, no. No es algo para nada nuevo (resulta un poco triste aceptarlo) que ocurran hechos oscuros todos los días en este país. Quizás, por cansancio, quizás, por desconocimiento, uno ha llegado a acostumbrarse a ello. Me arriesgo a decir que la mayoría de las personas eligen simplemente no prestarle atención, hasta que, un mismo caso aparece en cuanto canal y sintonía y página web exista. No es algo nuevo, no, para nada, los Argentinos somos muy sensacionalistas.



Pero tampoco es algo nuevo, que desde hace décadas, SI, DECADAS!, en este país se tiene una voraz hambre de Justicia! Y no de esa “justicia” que aparece en el diccionario, o la que se sienta detrás de un escritorio, de la que anda vestida de traje, de esa que uno ve pegada en carteles de propaganda por las calles, o de la que viste uniforme azul. Hablo de una Justicia inmediata, de una Justicia efectiva, de una Justicia de campo, como me gusta llamarla. Una Justicia viviente, que tenga forma, cuerpo, ya sea encarnada en una persona o grupo de personas, de accionar inmediato y respuesta pronta y eficiente. Que tarde poco o al menos no mucho más de lo necesario para resolver lo que deba, para solucionar lo que tenga, para hacer lo que tiene que hacer, Justicia.



Es tan utópico pensar en eso? Más claramente, es tan raro pensar en que no deberían pasar las cosas que pasan? No lo es, es simple, todo está atado a la condición humana. Entonces, es tan utópico pensar en que si aceptamos la cruenta verdad de saber que ocurren y ocurrirán este tipo de cosas, existan quienes en verdad (personas, grupos, instituciones, etc.) sean capaces de darle solución? La Paciencia es una virtud devaluada en estos días, más para quienes la tienen, más para quienes hasta hoy, luego de una injusticia, siguen esperando.



Y el “Esperar” también esta devaluado, por que, hasta cuándo se va a decir “que estamos esperando?” Pareciera como si en un pasado hubiésemos sido hijos del rigor, y ahora ya grandes, dejamos de ser hijos para no ser nada, el rigor ha quedado en el pasado, y ahora simplemente nos basta con girar la cabeza, o cambiar de canal. Por supuesto que no hablo por ningún corazón o mente que tenga la capacidad de sentir y pensar por sí mismo, habremos muchos quienes por elección moral decidamos enfrentarnos a la realidad y recibirla siempre de pecho, aunque este teñida de dolor y muerte. Quizás estas palabras en gran parte estén dirigidas a aquellas personas, que sentadas detrás de un escritorio o vestidos de uniforme son las que tienen el deber de brindar Justicia. Quizás eso es lo que quienes caminando día a día, esperamos en verdad, que esos “agentes de la justicia” encargados de brindar seguridad, se muevan, se ganen el respeto como tales, sean más que unos simples trajes con corbata y uniformes con placas.



Hoy, ayer, quizás mañana, caemos en la triste realidad de aceptar que siempre habrá alguien que nos dejará, que se ira por causas horribles. Suena apocalíptico decir que, crímenes de toda índole siempre habrán. No es tan alejado de la realidad, la Humanidad tiene tantos años que la historia misma se ha olvidado de llevar la cuenta, como así también, a veces, se olvida de quienes ya no están entre nosotros a causa de algún crimen. La Memoria Latente en el Sentir (de quienes posean un corazón) es quien mantiene vivas a esas Almas, porque, no es lo mismo, despedir a alguien con lágrimas en los ojos, feliz por saber que vivió toda una vida y simplemente nos deja para descansar, que despedir con lágrimas en los ojos y en el Corazón a alguien quien todavía no empezaba siquiera a comprender lo que es estar vivo. Jamás será lo mismo llorar por un Anciano que llorar por un niño. Jamás será lo mismo agradecer por una Vida dada que por una Vida quitada. La Muerte debe ser algo natural, y es algo totalmente cierto, que en este país, últimamente las cosas no se están dando de manera natural.



Cómo es eso se preguntará? Acaso es cierto lo que este “Ciudadano de la Argentina” está diciendo? Es completamente cierto! Sabe por qué? POR QUÉ NINGUN NIÑO MERECE MORIR ASI MISMO COMO NINGUN PADRE O MADRE MERECE ENTERRAR A SU HIJO O HIJA. Por ley natural, son los hijos, quienes tienen llegado su momento el deber de sepultar y despedir a sus padres.



No será la primera vez que se escuchen decir cosas como las que vuelan en estos días, de oído a oído, llevadas por el viento y voces que desean hacerse escuchar. En tiempos oscuros es donde más sentimientos se enfrentan, la Fe en ciertas cosas comienza a flaquear, ya que esta, la Fe, no se sostiene a si misma, sino con elementos en concreto. Y un elemento muy, pero lea bien, MUY concreto, es que en este país al día de hoy aún continúan desaparecidas muchas personas, están libres muchos malnacidos que no merecen siquiera el aire que respiran y siguen sin resolverse crímenes de hace 10 años! No es difícil darse cuenta que hay más elementos en concreto que merman la Fe, en lugar de reforzarla.



Y no me refiero a una Fe religiosa, o solamente a una Fe en una deidad. Porque pienso que Dios, el Cielo, el Universo y todos los Santos perfectamente pueden existir, y mandar sus buenas vibras, y su energía, sus fuerzas y su sabiduría a quienes tenemos sangre y venas. Pueden, podrían, quizás existan… pero ahí arriba, porque acá abajo, en la Tierra, en el Reino del Polvo y del Barro, si hay algo que hace tiempo no se ve, son Agentes del Bien. La Fe a la que hago referencia, es a cosas que uno mismo ha ayudado a construir, quizás en maneras infinitesimales, pero de una u otra manera, forma parte de ellas, como lo son una Sociedad, una Idiosincrasia, una Nación, un Estado. Y es en momentos donde uno espera que quienes tienen el deber de responder frente a una calamidad, lo hagan, pero lo hagan de manera efectiva, con resultados positivos, no mostrando un desfile de inoperancia cuyo final sea, el fracaso.



El Miedo mina la Fe, dijo alguien una vez. Será que estamos aceptando ser hijos del miedo? Dejando de lado el rigor, el cual nos enseñaba y al menos aprendíamos de él, hoy elegimos la paternidad del miedo? Ese que en lugar de instruirnos nos lleva a agacharnos, a darnos vuelta, a encerrarnos en nuestra propia burbuja de realidad? El Miedo mina la Fe, es cierto, y también es cierto que sin Fe se puede vivir, pero no con miedo. Hoy, se respira, se huele, salgo a la calle y lo veo donde mire. No solo hay quienes comienzan o vienen desde hace tiempo viviendo sin Fe, sino que además, ahora, hoy, desde ayer, desde hace quien sabe cuántas noches, vive con Miedo. Pienso que es una mala receta, vivir sin Fe y con miedo. Lo siguiente que perdamos podría ser el Aire.



Qué hacer entonces? Supongo que enviarle esta carta a “Quien corresponda” servirá para dar un aviso de lo que está por venir. Algunos hablarán de gotas que rebalsaron el vaso, de gotas que rebalsaron el tanque, de gotas que rebalsaron la presa. Cansado de dichos que por viejos no generan cambios y dejando de lado analogías que por elegantes no mueven pestañas, hablaré de otra cosa, mas cierta, más directa, no elegante, pero necesaria, no vieja, sino latente… hablaré de VIDAS que están siendo arrebatadas de las calles, VIDAS que están siendo arrebatadas de las manos de sus madres, de sus padres; VIDAS que están siendo robadas a la salida de las escuelas, a la salida de comercios; VIDAS que están desapareciendo frente a ojos de quienes ansían desesperadamente verlas, y que aún siguen sin encontrarse; VIDAS cuyo primer y universal derecho es el de Vivir y se lo están arrebatando, incluso, EN LA CARA de quienes deberían ( en teoría ) tener la capacidad y los conocimientos para evitar que todo eso suceda, o al menos, resolverlo ( a tiempo ) una vez sucedido. VIDAS VIDAS VIDAS VIDAS VIDAS !!! …



Que lejos estamos de Ser lo que anhelamos ser, en la Vida, cuando la Muerte es noticia.





Es entonces, que a “Quien corresponda” será enviada esta carta, la cual llegará, no es difícil. Actualmente el mundo entero se ha vuelto un lugar pequeño, uno simplemente debe saber dónde, estar. Y es a “Quien corresponda” que le dejo las siguientes palabras, no como comentario, ni como advertencia (no pienso sea algo malo). Simplemente, se las dejo, a modo de aviso.



Aviso con acento, en mayúsculas y con negrita, por que cuando en el curso de los hechos en una sociedad, llega a ser necesario para un pueblo disolver los lazos ( morales, políticos, institucionales, todo lazo externo, excepto los más importantes, los emocionales y psíquicos ) que los conectan y asumir de entre los poderes el que las leyes de la naturaleza ( y divinas, porque la Vida es Sagrada ) les dan derecho, es necesario que se aclaren las causas que los impulsan a tal separación. Y la aclaración es simple, Señor/a “Quien corresponda”, por qué cuando se ha llegado al punto de haberse construido una larga cadena ( cuyos eslabones representan años, y décadas incluso) de abusos, usurpaciones, y violaciones a todo Derecho, crímenes y males que persiguen sin obstáculo y de manera perpetua el mismo objetivo, al punto incluso de evidenciar un total designio de Oscuridad, Barbaridad y actos los cuales solo a Bestias pueden ser atribuidos, entonces, quienes tengan la Capacidad, la Determinación, los Recursos, y la Valentía de actuar, no solo, tienen el derecho de hacerlo, sino que además es su Responsabilidad y su Deber enfrentar y destruir esa larga cadena, y proveer así, nuevas defensas, para la seguridad futura.



Porque, hace mucho tiempo, alguien que luchó y sangró para construir este País (al igual que muchos, pero quizás el más grande de todos ellos), dijo algo, que jamás dejará de ser cierto…



“ … La Patria no es abrigadora de Crímenes… “



Sin más que decir y dejándole la certeza de volver a vernos Señor/a “Quien corresponda”, me despido.

Atte., un “Ciudadano de la Argentina”