MI HISTORIA - escrita por Velin

[elendriel]

Hada es Hadita?

[TrancoS]

Originally Posted by elendriel

Hada es Hadita?

Sips ^^

[Leonias___]

me tengo que ir y quede en la ultima historia jeje ta muy bueno el relato , es atrapante

[m4cgregor]

dos dias hasta Puente Blanco ??? puta que había lag che...

Va linda la historia.

Humildes impresiones:

En este ultimo capitulo, hay fragmentos que salen del mero "reporte", y toman más vuelo literirio usando metáforas y giros que le dan mas interés y profundidad a la historia. Me gusta más que el relato lineal de las acciones/batallas.

Yo insertaria algunos puntos y aparte, con el correspondiente renglon en blanco separando parrafos... en pantalla, cuando queda todo el texto pegado se hace mas dificl de leer.

Me refiero a esto, separar en bloques mas chicos, para que no te quede todo el choclo largo hasta abajo.

Saludos !

[-Net-]

Linda la parte de la traicion

[iGorito]

Originally Posted by DAX

Yo mate a tu hermano y luego te liquide varias veces en Herbred Muehejejejejejejejejje!!!...
Un abrazo Ferraje... Por los viejos Tiempos

DAX
Viejo Vizcacha
Aguante alsius

DAXXX VIEJO AMIGOOO SOY GORITOOo
che q pasa que no te conectas

[chumy]

Realmente la historia es muy buena, sigan leyendo q cada vez se pone mas atrapante

[elendriel]

Los personajes que fallecen, son personajes que dejaron de jugar/existir?

[_Eorn_]

Originally Posted by elendriel

Los personajes que fallecen, son personajes que dejaron de jugar/existir?

Algunos si, otros nop..

[Ferraje]

La crisis continúa

¿Cómo llegamos a esto?, eso era lo que pensaba, sentado en la sobre una roca mirando el horizonte, estaba solo, necesitaba estarlo, no me importaba lo que los demás pensaran, al fin había entendido que mi camino debía ser solitario. Mi hermano Cazorasiel, Hylari, Blacke, Agni, Hada, Gote, Boricles, Hermes, Krip, Nazgul, Tigre, Priesstes y finalmente Fuego de Fénix. Todo lo que quería era destruido, algo no estaba bien conmigo, decidí alejarme de las personas a las que quería, no quería ponerlos en peligro con mi cercanía. Ahora seguiría mi propio camino, forjaría mi historia solo y probablemente moriría de la misma manera. ¿Podría aguantar tanta soledad, ese era mi destino? ¿Debía aferrarme a él o intentar cambiarlo? De momento nada importaba, me levanté y caminé a donde mis pies me llevaran, luego entrenaría.

El día había amanecido como cualquier otro, todos los miembros de Fuego de Fénix estábamos juntos, en una época de guerra y dolor no se podía permitir que todo el reino llorara a unos pocos. Las caras de todos los presentes eran grises y tristes, solo había pasado un día desde que regresáramos del desierto, solo un día desde que los demás se enteraron. Este era nuestro pequeño homenaje, esta vez no había cuerpos, pero sabíamos que las almas de nuestros compañeros caídos aun estaban con nosotros. Pasamos la noche casi sin hablar en un pequeño campamento que situamos cerca del castillo Eferias. Ahora que lo pienso, si hubiéramos estado en otro lugar todo lo ocurrido podría haberse evitado, pero las cosas no pueden cambiarse. En esa época éramos pocos, unos cuarenta si mi memoria no me falla, y yo era uno de los más jóvenes. Ninguno de los cuarenta se había dado cuenta de la ausencia de Nazgul ni de Kryp.

Aun tristes por lo que había pasado nos preparamos para dejar el campamento, pero nos dimos cuenta de que un grupo de guerreros venía hacia nosotros. Nos relajamos cuando vimos que delante de ellos venía el tirador que hasta entonces no había llegado. Serena se acerco para preguntarle qué le había pasado, entonces me di cuenta, mi vista de Elfo fue más rápida que la de los demás para ver a los setenta ignitas que venían detrás. Corrí hacia serena pero ya era tarde, Nazgul disparó una flecha que atravesó el cuello de la conjuradora y la mató instantáneamente.

Antes de que pudiéramos responder al ataque, un cazador apareció de la nada y ante nuestras miradas desapareció con el traidor. Pude reconocer a ese cazador, era tan renombrado como Ferraje, no existía nadie tan odiado como Taleneo, aunque era parte de Ignis, solo servía a su propia causa, mataba a cualquiera que le molestara, sea quien sea. Me apresuré a salir de mi ensimismamiento y reviví a Serena. Cuando nos dimos cuenta el enemigo cayó sobre nosotros.

De lo que pasó después no puedo decir mucho, estaba muy ocupado curando y reviviendo a mis aliados, sabía que se necesitaba de toda mi habilidad para poder tener una oportunidad, y no me distraje mirando lo que pasaba. Recuerdo curar a Kryp, aunque luego quedé confundido al ver que peleaba con Hermes. También recuerdo haberme lanzado protecciones mágicas y ayudar a Ferraje, Gismo y Borricales que luchaban entre todos los enemigos. Sé que reviví a Thanus, quien creí que se había cambiado de bando cuando me tiró al piso, aunque luego sentí el silbido de lluvia de flechas lanzadas por nuestros arqueros que mataban a los enemigos. Todo ocurría como en cámara lenta, sé que cure y di energía a muchos Fénix, aunque no recuerdo quienes eran, también se qué reviví unas cuantas veces, y por los vacíos en la batalla creo que también lo hicieron conmigo, aunque también puede que haya sido noqueado. Esquivé varios ataques y cuando fui herido me retire hacia atrás. Desde allí tenia una mejor idea de lo que ocurría. Nuestros enemigos habían sido diezmados, nuestros caballeros defendían con sus escudos y sus magias a todos los que se encontraban en su cercanía, los arqueros atacaban sin piedad y nunca disparaban al mismo blanco, cada vez que un enemigo se acercaba lo abatían. Los brujos atacaban junto a los caballeros, evitando los ataques y haciendo retroceder a los enemigos, mientras los bárbaros acompañados de algunos caballeros atacaban entre la masa de enemigos, para luego regresar y ser curados por los conjuradores cuya ubicación no respondía un orden lógico. Un bárbaro enemigo se acercó peligrosamente a la primera fila, Edhesso lo congeló y todos retrocedimos un poco. De esa manera logramos contener a los enemigos, el único problema era Taleneo que aparecía en cualquier parte sin aviso y luego desaparecía sin dejar rastros, aunque luego de un tiempo dejo de verse. Los enemigos no podían avanzar ni rodearnos, y nuestros heridos eran curados inmediatamente, podíamos ganar, pero ocurrió algo que nadie esperaba. Alsius llegó desde el lado opuesto y nos atacó, intentamos contenerlos pero era casi imposible, los mantuvimos a raya un breve tiempo luego ambos enemigos cruzaron nuestras defensas. Un caballero enano me atacó y me acuchilló el estomago, esa fue la primera vez de las tantas que lo vi, era Homer Simpson. La vista se me nublo y perdí la conciencia.

Cuando desperté la batalla continuaba, alguien me había revivido, pero no había ningún conjurador cerca, vi que como yo otros tres volvían a la vida, además me sentía distinto, tardé en darme cuenta de lo qué había pasado, había sido revivido por una poderosa magia, uno de los conjuradores se había convertido en energía y ahora habitaba, devolviéndome la vida y dándome parte de su poder, sabiduría y recuerdos, era una magia que solo debía usarse cuando todo estuviera perdido, por los nuevos recuerdos que abrumaban mi mente me di cuenta de qué Priesstes se había sacrificado para permitirme vivir. En el breve tiempo en que me levantaba vi como Narnia mataba a Kryp, y me di cuenta de que todos los conjuradores ignitas habían muerto, ese era el fin de su traición. Desde ese momento me aferré mucho más a la vida, Priesstes se había sacrificado por mí, y mientras yo viviera ese sacrificio no sería en vano. Al lanzar barreras protectoras para protegerme de mis enemigos, me di cuenta de que efectivamente era más fuerte, la magia había salido con más facilidad y me era sencillo mantenerla, por lo que alargaría su duración. Mientras escapaba curé a alguien, aunque no sé si era amigo o enemigo, pero no podía dejarlo en el estado de dolor en que se encontraba al tener el interior del pecho al descubierto mientras aún se mantenía conciente.

Cuando al fin creí que había logrado sobrevivir, me di cuenta de que dos guerreros ignitas todavía me seguían, no pude continuar usando mi santuario y nadie es tan poderoso como lanzarlo tan seguido. Los enemigos me alcanzaron y recibí un lanzazo en la pierna que cortó mi artería femoral. Mientras me curaba de la herida mortal, el otro Elfo Oscuro lanzó un tajo a mi pecó que cortó uno de mis pulmones, corrí todo lo que pude pero la cruel herida pudo más que yo y finalmente caí al piso esperando mi muerte. Nunca había creído que la piedad existiera en los corazones de esos asesinos, aunque mis perseguidores dieron media vuelta y me dejaron en ese lugar. Quizá no halla sido lastima, sino que simplemente eran unos idotas, pero en cualquier caso ya no tenía energía para curarme, toda se había escapado por la herida junto con la sangre. Mientras el sol me quemaba la espalda pensé en todas las cosas que había vivido, ya no le tenía miedo a la muerte, ya la había derrotado muchas veces, y ya la conocía muy bien, era mi enemiga. Aunque todos luchan con ella lo mío es algo mas profundo, yo soy conjurador.

Vi llegar una mujer a lo lejos, vestía una túnica blanca y llevaba recogido su pelo rojo en dos coletas. Nunca la imaginé así, pensé. Mi cerebro estaba demasiado ocupado con el pensamiento de mi inminente muerte, que no fue capaz de comprender por qué ya no me dolía la herida. Me levanté tocándome el costado totalmente sano, reconocí que era la misma persona que me había curado hace ya tanto tiempo en Herbred.

- ¿Gracias, cual es tu nombre?
-Me llamo Har, perdón pero estoy ocupada. Y continuó su camino, nunca imaginé que con esa chica pasaría la mayoría de los días discutiendo para descubrir quien era el mejor.

Sabía a donde ir, de seguro los sobrevivientes irían al mercado cercano a Herbred, todos iban allí. Cuando por fin llegué vi que la mayoría ya estaba allí, me enteré que Boricles, Hermes y Tigre habían muerto, ya nada se podía hacer por ellos, su velatorio cerca del lugar ocurrió sin problemas, aunque ese no sería el fin del sufrimiento. El tiempo pasó, y las heridas del corazón comenzaron a cicatrizar, pero el destino aún tenía oscuras sorpresas. En el tiempo que siguió Dat abandonó el clan, Trin Lillo, Thanus y Emma lo siguieron. Toda la alegría y felicidad que había en el clan se fue transformando en odio y celos, pocos éramos los que aun tratábamos de seguir adelante, Fuego de Fénix había dejado de ser lo que era, el mito de la invencibilidad de sus integrantes se derrumbó y todos los miembros terminamos por perder la esperanza. Ese fue el final de la época de oro de Fuego de Fénix, y ya nunca volvió a ser igual.

Antes de que todo se tornara peor, Ferraje, Narnia, Tatunaty y Arthas se reunieron y decidieron que el clan debía ser disuelto, y así se hizo. Luego de recibir la noticia de lo que ya todos éramos concientes que estaba a punto de suceder, caminé hacía la enorme roca que se encuentra al salir del bosque de la muralla y permanecí sentado, con la vista perdida en el horizonte.