La jesta de Algaros

[julioguillermo]

Algaros es una provincia de Syrtis, ubicada cerca del limite con Alsius, separada por el río de Trelleborg.

Las noches en las praderas cercanas al mar son masbien calidas, un tanto pesadas en verano... los mosquitos son muy molestos debido a la cercania del río y lo pantanos ocultos bajo los matorrales abundan en esa zona mas bien fangosa.

Esa noche el señor del fuerte de Pinos me habia encargado llevar una carta de manera urgente a las fuerzas apostadas en Trelleborg, pidiendo que les enviaran refuerzos, ya que los ataques a manos de Ignis se habian vuelto diarios y cada ves mas dificiles de contener. Pinos, ubicada al nor-oeste de Alsius, en el camino al castillo imperial, se encontraba muy debilitada, los soldados que tenia para defenderla eran novatos, pocos habian etado en grandes batallas, solo en refriegas ocasionales, o contra algun que otro grupo de bandidos, pero poco sabian de la guerra con verdaderas letras.

En fin, encomendado mi trabajo, parti esa misma noche luego de una sustanciosa cena hacia Trelleborg, sabiendo que mi camino era peligroso. La noche estaba cerrada, la luna se escondia tras las nubes que anunciaban una fiera tormenta, luego las primeras gotas de lluvia, y por fin una chaparron torrencialq ue me dejo absolutamente empapado, estando ya en ese estado semi acuatico decidi seguir camino, ya que protegerme de la lluvia era practicamente imposible. Mis bota se hundian en el lodo de los caminos de Trelleborg y se hacia más y más pesado a medida que avanzaba.

Ya era muy tarde, cerca de las 3 de la mañana cuando divise en las colinas ls torres de Trelleborg, hermoso lugar, pense más movido por mis ancis de descanso que por una verdadera belleza natural.

Arribe a las puertas, en donde encontre a varios magos y guerreros de importante alcurnia, nobles todos ellos..., con humildad, la humildad propia de un enano del norte, hijo de mineros, hice una reverencia frente a un señor Utghar y le explique el porque de mi llegada, y que debia hablar con el señor de la fortaleza.
antes que terminara mis explicaciones, el Utghar me golpeo en el casco con su baculo, para luego largar una enorme carcajada... "y con eso planeas matar elfos hijo???" me solto entre risotadas acompañado de otros tantos que me estaban ya prestando atención.
No, le conteste confundido por el golpe y la actitud, soy simplemente un mensajero imperial, aun no tengo el entrenamiento suficiente para estar en el frente... "y esto?, pregunto el Utghar, es una marca de espada en tu armadura de cuero, esta rasgada, te has peleado con un compatriota en una taberna o que?"
No mi señor, conteste, hace unos días en pinos, fue una gran batalla...contra Ignis...
La enrome cabra retrocedio... me miro serio, e hizo callar a dos arqueros que se mofaban de mi pobre armadura... "contra Ignis dices... hace unos días en pinos... mmm bien, he oido de esa batalla por medio de mensajeros que hanllegado ayer y se han ido hacia Hopstad a comprar provisiones frescas... si has estado realmente en esa gran batalla, eres bienvenido en estas filas hermano", me dijo levantandome del brazo, "ubicate con el resto de los barbaros, ustedes son el frente de batalla " mis piernas echaron a temblar, aun no lograba sacarme el miedo que me habia producido enfrentar a los fieros ignitas, y ya debia enfrentar a elfos del bosque del sur, tan preciso con su arcos, tan conocedores de los elementos...

Por fin los vi alli en el camino, eran varios magos, más demasiado cobardes para hacernos frente, uno a uno fuimos haciendolos retroceder y matandolos, regando de sanrge syrtense el camino hacia Algaros.

Los vencimos al fin y partimos hacia el fuerte elfico, para conquistarlo. más de 30 Alsirios nobles.. y yo. al llegar la resistencia fue casi nula, tomamos el fuerte sin grandes problemas, aun no habiamos sufrido ninguna baja.

Luego de la montaña empèzaron a bajar las ordas de Syrtis, fueron repelidas por los valientes Alsirios una y otra ves, con admirable fieresa, con inteligencia en a tactica, sin duda se trabçtaba de nobles educados en los ejercitos imperiales, no eran campesinos con picas y palos matando osos.

Luego de 5 embestidas infructiferas por parte de los elfos del bosque, decidimos que el fuerte estaba asegurado, las reservas de infanteria vendiran a defenderlo de posibles ataques aislados, nuestra mision era Herbred, asi asegurariamos el sitio de Algaros. Hacia alla fuimos, El uerte cayo ás rapido que el de Algaros, por alguna razon los elfos de la luz, odian la noche, por lo cual invadir su tierra cuando baja el sol es de lo mas simple, "me dije a mi mismo"... debi cayarme... Del otro lado de la montaña cientos de elfos, alturians y semi elfos venian a al carga apor nosotros, mi corazon se detuvo, una flecha rozo mi rostro y todo sucedio como de golpe... es increible como el tiempo se detiene brevemente en el momento justo cuando los dos ejercitos están por chocar, un silencio insoportable que dura siglos enla cabeza del soldado precede al choque de los metales, a las carnes desgarradas y a los gritos de guerra y de muerte.

La batalla duro al rededor de 3 horas y media, ningun bando cedia terreno, ni Alsius retrocedia, ni Syrtis avanzaba, ambos resistian de forma encarnizada, era realemente esplendido ver como los conjuradores se organizaban en la retaguarida para castear casi al unisono, lo arqueros se disponian en los flancos para debilitar las filas de syrtis.. y nosotros, barbaros y caballeros del imperio intentabamos frenar el impetu defensor de los elfos y los alturians...


Una gran bola de fuego golpeo mi cara, encendiendo parte de mi barba, pude apagarla solo para sentir en mibrazo el golpe de un martillo de guerra, que me quebro todos los huesos, solo me quedaba una mano para manipular mi pesada lanza, de pronto me vi rodeado, un gladiador Alturian me enfrentaba con su mazo mientras u caballero elfico me atacaba por el flanco derecho.

Hice lo que pude... pero no fue suficiente, cail uego de herir de muerte al Alturian, vi como se nublaa sobre mi el cielo, como botas corrian hacia adelante, sobre la coina, tratando de recuperar el fuerte, y vi como los magos de Syrtis, los señores Utghar, repelian una y otra ves los ataques elfics... por fin, antes de cerrar los ojos listo para morir con el estandarte de Alsius sobre mi, vi como emprendian la huida los elfos.

Me dispuse entonces a entrar al Valhala antes de tiempo, con solo tres batallas en mi haber..., entonces el señor Utghar que me habia recibido se puso cerca de mi, me miro, hizo una mueca de sonrisa, y llamo a un conjurador con un elegante vestido rojo, el conjurador realizo una serie de invoaciones en kobol (off: idioma de los enanos) y senti com mis herida se cerraban una tras otra, y como la fuerza volvia a mi de tal manera que me elevo por los aires dejandome levitando durante unos segundos para luego depositarme de pìe junto a los magos. Nunca habia visto tal echizeria... El Utghar me tomo del hombre y me dijo "Has luchado con valor hijo, pero debes vovler a Pinos, dile a tu señor que pronto mandaremos refuerzos, y que si todos los guerreros del este son tan valientes, pronto deberan mandar algunas divisiones hacia estos lares. Ahora corre con mi respuesta, yo soy el señor de Trelleborg, dile a tu amo que el sur oeste esta seguro y tranquilo y que en todo caso, nos ocuparemos de defenderlo.. Viva el Imperio!!!" grito, todo gritaron con el y me hicieron reverencias.... me fui de alli algo confundido, pensando en que extraños que son los nobles de Alsius... mientras me retiraba senti de nuevo gritos de guerra, choques de espadas y casteos, pero la voz del señor de Trelleborg me tranquilizaba en mi cabeza diciendome "ve hijo, cumple tu deber en Pinos, no nos iremos a ningun lado, cuando estes listo, podras entrar en las filas del imperio y cenaremos juntos en Valhala."

Fin.