Decadencia

[elendriel]

Hace mucho tiempo los reinos de Syrtis, Alsius e Ignis estaban enfretados por la soberanía del Mundo. Los ejércitos de los reinos intentaban conquistar el territorio enemigo, poderosos ejércitos se movilizaban en controlar el territorio.

Constantemente había ataques, a veces, algunos comandos lograban penetrar las murallas enemigas, y causaban el terror en el territorio invadido. Pero con el tiempo, los guerreros que debían velar por su reino, y obedecer sus generales en la defensa y ampliación de sus imperios, abandonaron sus obligaciones como militares, muchos desertaron, y optaron por trabajar para sus propios intereses, algunos por desmotivación porque no eran capaces de derrotar al enemigo, la mayoría de las batallas acababan en empate. Veian como compañeros de toda su vida morían en una guerra fraticida e infructuosa.

Por lo que muchos decidieron dejar de luchar por el bien de su reino y preferieron luchar por su bienestar personal, sea obteniendo mejores armas, o hacer pequeñas escaramuzas o cazerias a grupos reducidos de enemigos o aprendizes que se aventuran a territorios peligrosos.

Pocos guerreros quedaron que lucharan por y para el bienestar de sus respectivos reinos, esos pocos guerreros que siguen a sus generales, aún fieles a la bandera, bajo ordenes de sus generales intentan luchar por la supremacía de sus reinos, causando el caos y el terror de sus enemigos, e intentando organziar las fuerzas para invadir los reinos enemigos.

Pero cada vez, menos guerreros siguen dispuestos a seguir los grandes generales, y prefieren desafiarlos, el desánimo entre los aún fieles va creciendo, entrando en una etapa de decadencia, en la que cada vez se ve menos intesidad en las batallas, y ahora ya ningún reino supone una amenaza para el resto.

Ningún reino usa todo su poder para atacar a los reinos enemigos, muchos guerreros se retiraron de los ejércitos respectivos de sus reinos.

Haciendo que los grandes generales esten desesperados para que los viejos guerreros regresen, llegando al extremo de que si regresan se les perdonaría los délitos por alta traición, y buscando nuevos reclutas, entre los infantes para que luchen para sus reinos y logren la supremacía.