[TRIBUTO A GEO] Alborada

[MalditoLobo]

ALBORADA

-¿Por qué está tan lejos esa tumba, papá?-pregunta el niño, con verdadero interés.

El hombre mira con cierta nostalgia en la dirección que señala el dedo índice de su hijo. En verdad la sencilla cruz que marca el sitio de último reposo del guerrero está separada del resto. No es un área particularmente mejor cuidada que el resto del cementerio, ni la señalan grandes y fastuosos monumentos. No es más verde el cesped ni la lluvia de las tormentas la azotan menos. Es un lugar, simplemente, especial.

Comienza a caminar con el crío a su diestra. Habla y su voz, junto al ocaso, se torna ceniza, se va con los vientos primaverales del sempiterno invierno alsirio.

-Podría resumirte la respuesta, hijo, con una sola palabra.

-¿Cual?

-Respeto. Memoria. Afecto. Cualquiera de esas. O bien otras mil más. Pero lo cierto es que no hay un término para explicarlo.

-¿Cómo es eso?-murmura el niño mientras se arodilla frente a la tumba.

-Desde el frío primigenio que se sintió al comienzo del mundo hasta el esplendor final que ha de abrazarnos cuando este universo deba terminar, jamás existió hombre como él en la tierra. Fue único; fue como todos. No obstante, hay ciertos hechos que marcan la piel de concreto de las ciudades de modo indeleble.

Hace una pausa y enciende un cigarro. Su mirada se pierde en la lejanía de un mañana arcano, por un momento.

-Geo-lee en voz muy baja el infante.

-Geo-retoma la palabra el adulto-pueden narrarte mil historias sobre este valiente caballero. Y todas son verídicas. Pero la gente tiende a olvidar que eso no importa. Un hombre que posee grandeza podrá decirte que su mayor virtud fue traer un momento de calma a estas tierras donde La Muerte y Las Tinieblas bailan un vals a la medianoche. Y esto también es verdad.

>>Pero, si a mí me preguntan, eso no fue más que un síntoma; fue la culminación de la obra de su vida, en la que interpretó al héroe y al villano, al extra y al figurante. Loco, poeta, hombre, niño, amante, enemigo... lo hizo todo. Y aún acompañado, lo hizo solo.

>>Y ese camino, que no siguió sino que forjó, es lo que nos condujo a todos acá. O eso me gusta pensar.

-¿Lo conociste, papá?

-Si. Y no.

El niño se rasca la cabeza.

-Nunca estuve frente a él, pero en Las Canciones De La Brisa escucho su voz, como en un Tiempo Silencioso. Porque en él me reconozco y le llamo mi hermano, aunque nunca vi su cara. Porque él soy yo. Y sos vos. Somos todos. Sin dejar, ni siquiera por un segundo, de ser nosotros mismos.

>>Podemos resumir todo esto en que se lo quiere, se lo extraña y se lo respeta. Pero eso no es necesario, ni suficiente, para explicar como ese hombre marcó nuestras vidas.

-¿Aún sin conocerlo?

-Aún sin conocerlo. Una vieja cultura asegura que “Dios es uno”. Yo te digo, sin miedo a equivocarme, que Todos Somos Uno. Los sueños son la única realidad.

Se quedan en silencio frente a la tumba. Afuera, en el mundo, las Sombras de lo que antes fue mutan, se transforman en Aurora del presente. Amanece en la mirada de quienes, como aquel que una vez lo hizo, osan ver más allá.

La vida continúa, porque la muerte no es más que otro comienzo.

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Lo prometido es deuda y mi deuda está cumplida. Anoche keymos/keymod me pidió esto. Acá está.

Bon boyage, Geo.

Diego.