Café Literario

[armestt]

Pequeño Colibrí.*

Dulce colibrí de nobles intenciones,
¿por qué insistes en golpetear,
con tu pico la maltrecha flor,
que ya no ha de despertar?

Pequeña avecilla, que con tu vaivén de dulces y cantos,
aferras al sueño, a quien despierto yace,
e intentas con esfuerzo y frases,
romper el encanto de desengaños y llantos.

Agita tus alas, para elevarte,
Agita tu corazón para alejarte,
huye precipitosa del dolor del suelo,
y vive en el aire, donde abrazada por su suave caricia,
te libraras de la muerte, el dolor y la codicia.

No intentes con anhelos lisonjeros,
ser guardiana de los temores,
de quienes culpas y sin sabores,
enfrentan en esta vida cruenta,
a causa de los desamores.

Te exhorto, en tu vuelo de libertad,
a que flotes entre deidades.
Veas al cielo y los mares,
disfrutes de auroras y ocasos,
pues los dolores y los fracasos,
los guardo para mi muerte.

Bates con fuerza tus pequeñas alas.
Agitas y revoloteas indagando misteriosa,
aquello que no debieras comprender,
aunque tarde o temprano,
posarás tus pies, y el suelo y los años,
se encargarán de enseñarte.

Te agitas, te mareas,
te dispones a que furtivamente
te alcance la luz cegadora y,
en remolinos sin nombre
sucumbas en las sombras.

¿Qué buscas curioso colibrí?
¿Por qué insistes en posarte sobre la marchita flor e intentas darle vida?
Tu inocencia no te permite comprender que esa flor ya no formará un ramillete.
Algún día crecerán tus alas y
se batirán con más calma.
Volarás más estable y
con menos sobresaltos.

Vuela mientras puedas,
más alto y más lejos
así, tu vista,
ya no se posará en las viejas flores.
En el aire, estas no crecen.


*Para una nueva amiga.
(Sepan disculpar, pero el género no es mi fuerte).-