[Relato] La Forja de un Túnica Verde

[climene]

pregunta (ociosa)

¿aparecera pizd en tu historia?

[Tuor]

Sorpresa (?)

[Har]

wiiiiiiiii mil gracias por incluirme tuor!!!!
buenisimo cap, espero con muchisima ansiedad el proximo

[Gotten]

muy bueno fede

[MalditoLobo]

¡Buenísima, Tuor!

Har está acumulando más fama que yo O.o

Voy por mis asesinos a sueldo, tienen trabajo muahahahahahahaha

[Har]

Originally Posted by MalditoLobo

¡Buenísima, Tuor!

Har está acumulando más fama que yo O.o

Voy por mis asesinos a sueldo, tienen trabajo muahahahahahahaha

que ser vil y cruel, no quiero morirrrrrrrr

[MalditoLobo]

Originally Posted by Har

que ser vil y cruel, no quiero morirrrrrrrr

No te iban a matar, nada más iban a robar tu casa para que te entretengás averiguando el misterio mientras yo acaparo toda la atención u.u

Que excusa de cuarta

[Tuor]

Perdonen por el cuelgue, mañana creo que sale el que tengo en el horno

[m4cgregor]

Muy buena capo

Me gustan los climas.. dale pa frenchi !

[Tuor]

Capítulo XII
Encuentro

Los ojos de Tuor se abrieron en una pequeña rendija y se encontraron con un techo de madera. Sentía que estaba recostado en algo blando, lo que reconoció por el tacto como un cómodo camastro. Cerró los ojos un momento tratando de despejar un poco la leve migraña que sentía.

Fue entonces cuando sintió algo en su pecho, como si hubiera un peso apoyado allí. Al observar de reojo divisó una muchacha de su edad que descansaba el rostro y sus brazos sobre su pecho, totalmente dormida. La reconoció al instante.

No quería despertarla, pero su leve movimiento provocó que ella pestañara y abriera los ojos. Se incorporó y, algo avergonzada por haberse quedado dormida cuando se suponía que debía cuidarlo, lo estrechó en un abrazo.
- ¡Tuor!
- ¡Har, tanto tiempo! – exclamó él, correspondiendo a su saludo.

Ambos se conocían de toda la vida, puesto que eran primos de edades similares.
La hermana mayor del desaparecido padre de Tuor había tenido una hija en la misma época en que el propio conjurador había nacido, una bella niña de rojos cabellos a la que nombraron Har.

Ambos primos habían pasado gran parte de su infancia juntos en la distante Isla de Iniciación, compartiendo las clases de hechicería y las bromas a sus mayores.
Sin embargo, a la corta edad de siete años, Har se mudó a la Ciudad de Dohsim junto a su familia.

Que ambos siguieran el sendero de la conjuración no sorprendió a ninguno, pues compartían el amor por la magia blanca desde pequeños. Ella se enfocó en el aspecto sagrado de mantener la integridad física a través del trato con los dioses, mientras que Tuor priorizó en las místicas ramas de la hechicería. Y sin embargo sus poderes eran muy similares, enfocados siempre a curar al semejante.



Ahora, en aquella casa en la ciudad de Raeraia, ambos se incorporaron y se miraron mutuamente. Habían mantenido contacto a pesar de la distancia, aunque la última vez que se habían visto ambos contaban cortos quince años. No habían cambiado tanto, aunque obviamente la adultez había llegado para quedarse.

Súbitamente, Har lanzó una exclamación y se dirigió al fondo de la casa donde tomó un papiro enrollado. Tuor la observó extrañado, y se le aproximó al tiempo que ella caminaba hacia él lentamente, casi con temor. La expresión de simpatía de Tuor desapareció para ser reemplazada por el desconcierto.

- ¿Qué? ¿Qué pasa?
- Me llegó esto, ayer a la noche. Yo ya me estaba acostando y… bueno, cuando lo recibí pensé en salir, pero ahí apareciste vos en ese tornado, y me quedé cuidándote, porque no te despertabas, no sé qué…
- Momento Har – dijo él, intercalando la avalancha de palabras que parecían ser una especie de disculpa anticipada - ¿Qué dice la carta?
- Dice… - ella la estrujó contra sí, pero entonces se la extendió mientras suspiraba – Creo que lo mejor es que la leas vos mismo…

Tuor tomó el objeto en sus manos, lo desenrolló y posó sus ojos sobre los símbolos que representaban el lenguaje syrtense.

Har,

Te envío esto en aras de la magia, espero que lo recibas antes de que sea demasiado tarde. Hace unos días me enteré de un incidente en Ulren Asir. Al parecer Uriannas, tu tía, asesinó a su marido en un horrendo ritual. No pude hablar con ella ni verla porque está incomunicada.

Hace unas horas el pregonero anunció que la ejecución tendría lugar al amanecer de mañana. Espero que puedas venir a Fisgael y ayudarme a descubrir la verdad, presiento que hay algo en todo este asunto que no encaja.

Wolfus

Tuor alzó la vista impactado. El pergamino cayó de su mano y Har titubeó, dubitativa entre acercarse o desviar la vista. El mago se sobrepuso a la sorpresa y tomó el báculo que descansaba sobre la cama.
- Amanecer… Vamos, tenemos que salir ahora, ¿tenés pergaminos?
- Si, tengo algunos acá, siempre guardo… ¿estás bien? – añadió, preocupada.
- Apurate, vamos.

Extendieron dos pergaminos los cuales quedaron levitando en el aire, se tomaron de las manos, entonaron unas palabras arcanas y desaparecieron en la bruma.

Viajando a través de las vías astrales del poder, Har lo miró y le hizo una muda pregunta con los ojos, pero él desvió la mirada y observó al frente, al vacío atemporal a través del cual transitaban aquellos que viajaban por esos senderos.
Un vacío tan profundo como el que empezaba a sentir en su interior.