Café Literario

[flor_del_desierto]

Ángeles o demonios? Ese es mi planteo hoy…
Después de una noche de monogolos con FEDE, la duda se clavo aun mas hondo, creo que en el inicio de nuestra vida, ni bien salimos del seno materno la pureza es absoluta, pero en el camino algo se corrompe, se envenena, somos producto de una sociedad maldita, destrozada por el paso del dolor, la desesperanza, las frustraciones?, pero donde quedo la pureza?
Nos debatimos la lucha más sanguinaria dentro de nuestros corazones, Ángeles y demonios se enfrentan sin cuartel.
El mundo desde sus comienzos se pregunta lo mismo, como es que somos capaces de amar de manera ilimitada, infinita, absoluta y total a algunas personas y cosas, y a otras las aborrecemos, las destruimos, con la facilidad de quien en pisa un castillo de arena, que es lo que nos determina?. En la foto, al final lo impórtate siempre es la base? El hogar? Las enseñanzas?; y como hacen aquellos a los que se les a negado todo y aun así nos dan las enseñanzas mas grandes de desinterés, esta comprobado que los que menos tiene son siempre los que mas dan. Y porque si esta vida desbaratada fue a los que mas los daño?... Entonces es verdad al final la batalla es personal, somos solamente nosotros los q decidimos el bando en esta batalla, somos la decisión final. La posibilidad del cambio… Todo esta en el control, tentaciones en este mundo tenemos por montón, malos pensamientos, pero somos solamente nosotros los que decidimos como acabar. Nadie es del todo bueno y no todo lo malo tiene por que se absolutamente negro, quien dice que no tenemos caminos de regreso?, si analizamos que de lo malo aprendemos y crecemos, en definitiva nos hacemos lo que somos, entonces debemos vivir lo malo, y bajo ese punto de viste lo malo no resultaría del todo malo, sino que traería lo bueno, como la calma que llega después de que la tormenta paso.
Mi punto esta: en la debilidad del ser humano y en la capacidad que tiene de mejorar, si el amor mueve al mundo, el amor puede cambiar a una persona…
Sigo siendo positiva FEDE, no lo puedo evitar esta en mi naturaleza aun creer que de los errores podemos aprender, de que no podemos juzgar sin saber, el dolor y el odio siempre nos podrá corromper, pero el amor, la fe y la esperanza podrán volvernos al sol.
Estas son solo las primeras líneas que escribiré sobre el tema, ya que muero por leer lo que opinan, para luego terminar de dar mi punto de vista completo.
Besosssssssss amiguitos, se me cuidan!!

Nanu

[Juan_Widowmaker]

Nanu:

No creo que la gente nazca con "pureza absoluta".
Por el contrario, si creo que hay cosas dadas de antemano. Algunos nacen con tendencias al odio, otros al amor, otros con inteligencia para los numeros, otros con la sensibilidad a flor de piel. Esos aspectos iniciales, creo, se pueden potenciar con el devenir, con el paso de los años.
Si es verdad que nadie es absolutamente "malo" o "bueno"
Lip diria que en realidad no hay nada bueno o malo.
Mucho de lo que creo lo dijo ya el viejo Carlitos. Las condiciones de tu vida te forjan, en todo sentido. Pero no son tampoco definitivas ni definitorias.
Es una mezcla. Algunas cosas vienen de ante mano, otras se forjan, y otras aparecen porque si.
Si creo que todos pueden mejorar, pero el problema es que el hombre por si solo no puede hacerlo. Siempre necesita del otro. Creo que uno siempre esta solo, salvo momentos excepcionales, y en la propia vida nadie mas toma decisiones que uno mismo. Pero cuando estamos hablando del progreso y el mejoramiento personal, eso si es actividad exclusiva de, por lo menos, dos.
Y si, de mas esta decirlo, creo que el amor (ese amor como fuerza que que nos mueve y nos da razones para vivir) puede hacer mejores a las personas... Asi como la falta de el, o el amor corrompido, las puede destruir.
Creo, por ultimo, en la magia que ese amor implica.

[armestt]

Nanu,

Algo de esto ya lo conversamos anoche… ahora, puedo explayarme un poco más.

Al igual que dice Juan en el comentario anterior, no creo que al nacer estemos dotados de un estado total de pureza. El alma en sus infinitas encarnaciones en busca del conocimiento, arrastra un bagaje, pero eso me llevaría a una contradicción en cuanto a lo que considero respecto del libre albedrío, por lo que no voy a ahondar en ello.

Como ya te habrás dado cuenta, mi vida está plagada de contradicciones que intento superar a cada instante.

Nadie es bueno ni malo porque sí. Las categorías son sumamente subjetivas. Tanto lo bueno como lo malo, puede relativizarse, conforme quien lo perciba. El hombre en estado de naturaleza, creo que ya no existe. Se desarrolla domesticado, y con el tiempo, la evolución, el aprendizaje, y por sobre todo las perversiones, lo llevan a un punto en el que tal vez comprenda y alcance ese punto en el que prime el individuo para bien (su bien).

Todos los partícipes de este café nos hemos enfrentado, o al menos hablo por mí, con una lucha encarnizada con uno mismo. Entre lo bueno, lo malo, lo asequible y lo perfectible. Entre el ser y el deber ser al que refería el buen Kelsen. El hombre es un animal inconformista por naturaleza. Tiende a buscar algo más allá de lo dado. Si no logra forjar su camino, encuentra en deidades los motivos de su infortunio. De alguna manera, esto es lo que nos motiva a seguir.
Coincidimos en que las cosas no por ser de una manera dada, son precisamente inamovibles. Las motivaciones para ese cambio que proponés, son muy diversas. No estoy seguro si sea el amor. Si algún tipo de emoción fuerte. Los que propendemos a dejar las sensaciones de lado, y analizar todo, queremos creer que es por medio de la razón o por medio de una entelequia, que alcanzamos ese estado de superación.
Comparto que lo malo, no debe rechazarse sin ton ni son, tan solo por ser algo que no esperamos. Creo que es una de las etapas más provechosas de conocimiento, aprendizaje y superación. Lo malo y todo lo que ello conlleva, es una etapa de transición necesaria, ineludible. El problema es que no todos salen airosos de ella. Y esto, querida mía, es lo que me da la apesadumbrada sensación de que todo se refiere a la calma que antecede el huracán.

Ahora bien, mi mirada nihilista de la vida, no me permite ser tan bondadoso con las aptitudes humanas. La sola voluntad de cambio no es suficiente. Se precisa más que amor, fe y esperanza. Se precisa voluntad de cambio. Brindarse no es suficiente, hay que tener la nobleza de saber recibir también. Se precisa algo más ¿qué? No sabría decirte. Tal vez un chispazo divino.

Agradezco tu preocupación, y celebro tu optimismo, y tu algarabía por la vida. Tal vez, estar cerca tuyo, sea una saludable bocanada de aire fresco entre tanta penumbra e incienso.

Mientras tanto, aún sin encontrar la vereda del sol, refugiado en la soledad del destierro, tan solo aguardo la llegada de los hombres de gris.

[hugolituss]

Hola cafeteros:
A mi entender , o sea en mi particular modo de leer entre lineas, veo que estos ultimos post, del de nanu en adelante, hablan de lo que somos, de lo que queremos ser y de lo que podemos ser, creo que solo se es feliz solo si esas tres cosas coinciden, el truco es saber "mentirse" para que no haya ninguna expectativa, o sino, manejar esa expectativa para lograr una determinada meta.
Que mi vision es conformista, es verdad, pero conmigo funciona, hace rato deje de aspirar ser lo que no puedo ser, y soy sumamente feliz en mi universo, que a los ojos de los demas, amigos , conocidos, etc, es limitadisimo, pero tiene algo que lo distingue, que es mio.
Espero no haber desvariado mucho con la respuesta, los saluda con besos y abrazos segun corresponda.
Hugo.

[MalditoLobo]

El bien y el mal...

Voy a decirte algo sobre los ángeles: son unos tremendos cabrones. Nunca confíes en ellos. El único piola terminó mal, lo tiraron y en el best seller de Dios lo ponen de villano. Pero es un buen tipo, me cae bien. Es un renegado, y por eso me cae mejor.

¿El entorno condiciona? Ya lo dijo Platón, el hombre es un zoon politykon (o como se escriba, nunca aprendí griego :P), es decir, un "animal político", social, de esto habla Hobbes en el leviatán: se vive en sociedad por conveniencia, para usar -y abusar- del otro.

Las viejas miserias de la humanidad. Una humanidad necia, ciega y egoista que con cara de oveja se preocupa por lo más trivial. Enseñemos a los críos en las escuelas a memorizar fechas de batallas estúpidas, donde se derrama la sangre de los valientes para beneficio de los cobardes, en vez de enseñarles cuan importante es cuidar de los océanos y los bosques.

Esa humanidad que también tiene virtudes. Como esos trabajadores que un primero de marzo, allá en Chicago, demandaron dignidad. Y murieron, pero dejaron un legado. Los obreros en España alzando la bandera negra. Un tipo parándose frente a un tanque de guerra. Un gonzo inmolándose para sensibilizar a unos cuantos hijos de puta. Un empresario afiliado al partido nazi salvando judios.

Y eso otro, lo de ser cada uno el héroe de su propia vida.

Escribí -no acá, pero ya lo haré- muchas veces sobre el tipo que quise ser, el tipo que nunca seré. Ese tipo que hizo más o menos las mismas cosas que yo, pero sin remordimiento. Al que la vida le hizo las cosas más fácil y le quitó dos o tres cosas, así no tiene que andar preocupándose por nadie y puede correr más peligros. Un tipo más peligroso y decidido, más fuerte y seguro de sí mismo. No se queda con la chica al final del cuento, le toca perderse en la oscuridad, pero se va teniendo lo que quería. Y sin dar explicaciones. Sale de ninguna parte y va a ninguna parte. ¿Un fantasma que sólo hace más oscura una noche cerrada? Puede ser. Lo que sé con seguridad es que no soy yo. Una vez se enamoró y supo irse a tiempo, cosa que yo nunca pude hacer. En los lagos de Pokhara encontró la iluminación. Yo sigo buscando el enchufe.

Nunca voy a ser como él. Y no sé que tanto importa. A veces dudo que importe.

[Juan_Widowmaker]

- Buenas tardes, señores. Disculpen la molestia, pero estoy un poco perdido, podrian señalarme el camino?

- Como no, compañero. Esa que ve ahi, es la calle de la desesperacion. Simplemente tomela para no encontrar jamas una respuesta. Pocos vuelven de aquellos lares y nada recuerdan de lo que alli hay. Aquella, la mas oscura, es la calle de la determinacion.Es un camino algo feo, mal pavimentado. Usted debe seguirla en caso de buscar la verdad. De mas esta decirle que por ahi no hallara mas que obstaculos, oscuridades cada vez mas profundas, corazones acorazados y palabras duras y frias como el acero. Pero creame, al fin de esa calle hay un bar reconfortante. Por ultimo, esta tercera, es la calle de la resignacion. Usted puede tomarla si cree que la vida va perdiendo cada dia la magia que en un momento tuvo, y si eso no le causa problemas. Al seguirla encontrara una vida tranquila, sin sobresaltos. Vivivira como el resto de los hombres. Y morira como ellos tambien.

- Mucho le agradezco... aunque ninguno de estos caminos me convence...

- Pero camarada! Esta en el lugar correcto. Este, mi hogar, es la casa de la duda. Puede usted quedarse aqui cuanto desee. Aunque... no le recomendaria que lo haga. No se asombre. Parece usted no ser de aqui. Ciertamente no debe conocer lo que por aqui sucede. Sus ojos me dicen que anda buscando algo, y si se hospeda en mi hogar debo decirle que le sera muy dificil salir. Tiene estas opciones. Se queda y tal vez nunca nos abandone y nunca encuentre lo que busca, y permanecera por siempre pensando lo que hubo sido; o elige un camino, el que sea, con el corazon, y lo sigue. Creame, hermano, dormira usted mas tranquilo que aqui cuando lelgue a cualquier destino.

- No, amigo, gracias. Ciertamente la duda no es mi hogar, ni lo sera nunca. Si no puedo saber a donde voy, es porque el miedo no me permite ver. Quiero encontrar el camino, mi alma lo ve. Mis pies no la siguen.

- Bueno... Dejeme decirle una cosa... Usted lleva la determinacion en la voz, la desesperacion en la boca y a la resignacion la aplasta en cada paso. Ninguno de esos caminos es el suyo. ¿Ve esa callejuela alla a lo lejos? No pensaba hacerlo, pero debo decirle que ese es su camino. Hace mucho tiempo que nadie lo toma. No sabemos que habra por ahi. Es un camino sin nombre, porque aquellos que lo siguieron terminaron en lugares distintos. Puedo decirle que que quienes volvieron a visitarme, pobres, ricos, mendigos, amados, torturados, poderosos, desengañados, cadaveres, reyes, sabios, estupidos... todos ellos llegaron aqui buscando algo, y al volver estaban tranquilos, serenos. Yo alguna vez pense llamarlo "el camino de los que hacen lo que su corazon dicta, sin escuchar las voces sordas del mundo insensible"; pero convengamos que no es un nombre demasiado comodo para una calle. Asi que, si me permite, en este bolso hay un papel y un lapiz. Escriba lo que por ahi vea, y le ruego que sea cual sea su puerto, me envie eso.

- No se preocupe. No hace falta que tome nota. Mi corazon me ha traido hasta aqui, y mi corazon me seguira llevando. Si alguna vez dude, y de hecho por algo estoy aqui, fue por soledad. Pero no se aflija, ella se ha convertido en mi compañera. Creo que juntos podemos hacer correr al viejo miedo, y tal vez hasta reir. Ese camino que usted señala... Si. Lo tomare. Volveremos a vernos, y usted sabra si lo que busco existio o solo corri tras una ilusion... Sea como fuere, ha sido un grato encuentro. Muchas gracias compañero. Juan, para lo que desee.

- Lo mismo digo, hermano. Puede llamarme Rene. Estare aqui cuando usted regrese. Puede estar seguro de eso.

(gracias, Alejandro)

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Cafeteros!!!!!:
Estoy de viaje. Necesitaba aire, tiempo, soledad y moto. En unos dias estoy vovliendo. Espero que no me hayan echado del laburo!!!!
La noche antes de salir un angel rubio me regalo paz. Con esa paz decidi irme.
Estoy en Guerrero, un pueblito a 200 kmts de la capital. Se me ocurrio esto y baje a escribirlo en un cyber. No tenian cd ni diskette, asi que lo subi aca.
Sali en busca de una respuesta... No la encontre, pero decidi un camino para hallarla.
Yo no se si xiste el destino, pero si se que mi vida la voy a vivir yo, y nadie mas que yo. Y el tiempo pasa. El tiempo paso. Y por no vivir estoy hoy corriendo tras una esperanza.
Cada noche le hablo. Cada noche le pido perdon y agradezco.
Yo espero. Espero al tiempo, espero un final feliz, espero mi vida. Por una luna completa ya espere... No espero mas... Espero mucho, pero no espero todo. No desespero.
Si no luchara, no seria yo.
Un viejo en un pueblo 70 kmts atras me dijo "yo prefiero arrepentirme de lo que hago, y no de lo que no hago". En ese momento me vinieron a la mente palabras, susurros, lagrimas, señales, signos, ruegos... Y vi que las cosas que hoy son arrepentimiento, en algun momento las deje pasar.
Nos vemos pronto.
Sigo la ruta.
Suerte.

[MalditoLobo]

Cuando llegue el momento, seguiremos por acá, haciendo guardia a este templo de palabras. Tus textos siguen bien cuidados.

Ya nos contarás los resultados a tu regreso.

Que la fuerza te acompañe

[MalditoLobo]

Me decidí a escribir sobre regnum por primera vez. Por los mismos motivos que abrí el thread, decidí poner ese relato en página aparte. Acá les dejo el enlace:

http://www.regnumonline.com.ar/forum...ad.php?t=37587

Los motivos para abrir el café eran para escribir sobre lo que uno tuviese ganas, sin restricciones, sin pactos de rol, aunque hubiesen sido admitidos, si alguien los hubiese colgado, pero creo que este thread tiene ya suficiente identidad y caracter propios

[armestt]

Luz*

Es de día, el sol brilla intenso. La luz invade mi alma de una manera tan reconfortante, que me desconcierta. No recuerdo la última vez que tuve esta sensación. Mi mirada, firme en el verde césped, se inunda de colores. Una curiosa mariposa retoza alegremente en la fresca hierba. Un mantel a cuadros, margaritas desojadas por doquier. Levanto mis ojos, y encuentran eco en dos orbes celestes que piden a gritos sosiego. Me acerco, cual hipnotizado por el canto de una sirena. En total trance levito hacia allí. Necesito reflejarme en ellos, ver que me depara mi destino. Sin la cautela que me caracteriza corro hacia esa cariátide azabache que parece tener el temple para relevar a un atlante ya cansado y con ganas de rendirse. Sus perlas me encandilan. La ternura desborda. Aprieto el paso. Quiero llegar y morir en un tierno beso. Me espera con más ansias. Tiende un arcoíris hasta donde estoy. Con dulces palabras me dice “deslízate”. Lo intento. Caigo.

El dolor. Es fuerte. Mi malherida pierna experimenta una punzante agonía. Todo está oscuro. La calidez del ambiente se desvanece por completo. Es una atmósfera caldeada, húmeda, agobiante. La brisa de febrero que arrojaba el perfume de un único azulillo, no es más que un denso olor a incienso y sudor. La pena sigue. La exaltación no me deja comprender. No reconozco ninguna forma. Tanteo en la oscuridad un vaso con agua, un analgésico. Me dejo caer.

Nuevamente allí estoy. Sonríe. “¿Qué esperas?”. Observo perplejo. Nuevamente esa luz me invade, me reconforta. Me eleva de tal manera que hace que todo esté bien. Mi pie ya no duele. Mis problemas están muy lejos, en alguna otra parte. Creo que dejaron de existir. Me dice “no te preocupes, yo iré hasta allí”. Sopla una brisa más fuerte que me rodea con su aroma. Levita hacia donde estoy, cual libélula suspendida en el aire. Está más cerca, ya llega. Irradia dulzura. La espero. La mariposa bate sus alas, la aleja. Se posa sobre mi pie. Otra vez ese dolor. Otra vez las sombras, ese mundo de claro oscuros en el que estoy solo, donde ni la mariposa se atreve a venir a atormentarme. Me agito. Respiro profundo con dificultad. El humo del cigarrillo hace todo más espeso. Encuentro un anotador, lo tomo, no logro ver nada. Gusto a tinta. Una hendija de luz se cuela en mi prisión. Adolorido me arrimo hasta ella. No tengo fuerzas para caminar, caigo. Siento que me golpeo. Claridad. Sus brazos me rodean. Me dan consuelo. Quiero hacer lo mismo pero no tengo fuerzas. Se sonríe una vez más. Me invade esa sensación de que puedo detener al mundo si quisiera. Me incorpora, la abrazo con fuerza, como si no hubiera estado con alguien más en años. Siento que le pasa lo mismo. Que tras años padeciendo en altamar, lidiando con tormentas y tempestades, ha encontrado un puerto de reposo, donde podrá finalmente descansar. Me dispongo a besarla. Siento la calidez de su aliento en mis labios. Me acerco más. Nadie podrá arrebatarme este momento, mi momento. La proximidad es inevitable, el roce es inmediato…. Siento dolor, olor a humo, confusión.

Es de mañana. Afuera llueve copiosamente. El día está nublado. Un cigarro a medio apagar yace junto a mí en el suelo. Un golpe en la cabeza. Sudor sobre un borrador imposible de leer. El pie hinchado clama atención. La pierna dormida. Me incorporo. Me visto. Se me hizo tarde para dormir.

*Influenciado por La Noche boca arriba, de Julio Cortázar.

[FerGilmour]

Un grosso Lobo, muy interesante lo de Juan. No me puedo leer todo en un día, pero prometo. Voy dejando algo, de paso:

Por la Ventanilla

Intento hundirme en la rígida butaca, dejando que mi espalda añore la de mi propio automóvil. Sólo logro que mis hombros crujan como ramas rotas. Llevo las manos en el regazo, la cara ladeada hacia la derecha, pegada al vidrio. La mirada se me escapa a través del paisaje urbano, que se desdibuja hacia atrás a toda velocidad. No hay música, apenas el siseo fugaz de una radio AM en donde un hombre y una mujer ríen a carcajadas de cosas que no alcanzo a percibir. Pero sí veo, veo y memorizo. Veo una mujer que camina junto a otra. Llevan bolsas de esas de plástico, de las que entregan en los supermercados. Vienen de hacer compras. Una, la más delgada, que también es la mayor, carga con los bultos más pesados. Lo adivino por la curvatura de su espalda. La forma de las bolsas denuncia a las botellas que esconden. La otra mujer, la más joven, avanza decidida y sonriente, bebiéndose al mundo con el poder infinito que le adjudica el ombligo tenso de vida, un sello de trascendencia en el centro de su vientre preñado. Bulto bajo y en punta; mi abuela hubiera apostado sus calzones a que es un varón. Las nenas manchan la cara. Hace mucho calor, mis muñecas arden, las manos se me hincharon.
Nos detiene un semáforo. Paradojas del destino, siempre odié a los semáforos. Esta vez es diferente. Lo miro, y me devuelve un guiño con su ojo rojo. Gracias, muchas gracias. Nunca pensé que le agradecería a un semáforo. En la esquina hay una plaza. Unos chicos juegan al fútbol. Típico de los chicos demasiado chicos, todos corren a la vez detrás de la pelota. No hay otro orden táctico que la búsqueda del protagonismo individual. Y las palmas se las lleva el rubio flaquito con la camiseta verde y negra de Defensa y Justicia. La lleva atada. Aprendió el difícil arte de leer piernas a muy temprana edad. Y ese arte es el privilegio de unos pocos elegidos. En mi cabeza le cambio la camiseta, y lo veo con la de River, pichoncito de Gata Fernández o de D´Alessandro. Como para darme el gusto, le tira “la boba” al morocho grandote que le lleva casi una cabeza. Ese tampoco juega mal, pero está en esa etapa en que los pibes pegan el estirón y no saben dominar el cuerpo. Siempre me pareció gracioso ese período, en el cual el cerebro no termina de tomar conciencia de que la distancia hasta el piso cambió. Pero pasa, al final pasa. Pasan las cuadras también, pasan demasiado rápido. Me alegro de haber mantenido ese pequeño diálogo sordo con el semáforo. El rubiecito de Defensa y Justicia debe haber quedado ya diez kilómetros atrás mientras yo le soñaba el futuro.
También pasa de estación la radio. Ahora suena una estación de cumbias. Odio la cumbia, siempre la odié y habré de odiarla en lo que me quede de vida. Es una música cobarde y facilista. Hablo de la cumbia argentina, no de la caribeña. ¿Por qué la llaman “música tropical”? Yo conozco al trópico de Capricornio y al de Cáncer, pero no al de La Matanza. Trópico de Cáncer... pavada de libro. Que raye brutal que debía tener ese tipo Miller. “La música es un maravilloso opio si no te la tomas demasiado en serio”, decía. Quizás yo debiera hacerle caso, o quizás él debiera resucitar y escuchar cumbia, y recién después ratificarse o retractarse. Me quedo con el universo surrealista de prostitutas gordas, hediondas y sonrientes en el loco París de los 30; con sus cartas manchadas de semen a la Nin, con sus letras entretejidas entre las de Ginsberg, Burroughs y Kerouac. Sexus, Nexus, Plexus; libros para recordar, palabras para olvidar. Alguien grita más atrás, pero no tengo la más mínima voluntad de oírlo. No hoy.
Las casas se inclinan y caen por detrás de mi oreja. Ya casi no se las ve. Ahora es todo campo. Campo seco, sin trabajar. Sólo se lo ve verde cuando nos aproximamos a un río o a algún arroyo. Hay muchos arroyos en la ruta al sur, nunca se me dio por contarlos.
“Aquella solitaria vaca cubana...” canturreo. Y las vacas aparecen. Las vacas son importantes, debieran tener nombre y apellido, ser ciudadanas y votar. Esa es una holando, creo. Con un litro de su leche, quizás haga crecer un milímetro a un niño. Su carne asada podrá ser la perfecta excusa para una reunión de amigos. Hasta quizás su cuero viaje a Italia y se transforme en mocasines de Gucci. Viajará por avión al Gran País, y un adinerado productor hollywoodense con un guión para la remake de Trópico de Cáncer bajo el brazo, pagará sin chistar cuatrocientos dólares por el par.
El cristal de la ventanilla se empaña mientras cae la noche. En realidad no estoy seguro, quizás se trate de mis ojos. El campo eterno se funde con el cielo. Suavizo la tensión de los párpados, los ojos se entrecierran. Cada tanto, las luces iluminan las paradas de los camioneros. Donde hay más camiones se come mejor, decía aquella vez mi viejo mientras estacionaba el Falcon gris patente C436201. Yo era chico, pero más viejo que el auto, que era modelo 72.
Recuerdo que coleccionaba sentencias tan improbables como irrefutables. Tenía unas cuantas. Por ejemplo, me afirmaba a mí mismo y a quien me quisiera escuchar, que el hombre naturalmente más dotado para jugar al tenis jamás había empuñado una raqueta. O bien que un pigmeo de Africa que en su puta vida había visto un auto, era el ser con mayor noción física de la gravedad y la fuerza centrífuga. Incluso iba más allá. Un joven italiano hambreado por la posguerra que había comprado un pasaje marítimo a los Estados Unidos, terminó vendiéndolo por unas pocas monedas, en razón de su pánico al mar. De haber viajado, habría conocido a una señorita americana, con la cual se hubiera casado. Hubieran engendrado a un niño que habría sido presidente. Pero ese niño nunca nació, porque el tano cagón no viajó. Ya es de noche, y bien cerrada. El cuerpo entero me suda, todo menos las manos, que están heladas, azules de frío.
El campo se estira disfrazado de cielo, las nubes fluyen de las copas de los árboles, la luna regala su luz enferma y lánguida. Todo corre hacia atrás, el paisaje y mis pensamientos desgarrados en trozos a medio masticar.
El tipo que antes gritaba, ahora llora. Creo que yo estoy llorando también, no sé si por pena, por bronca o por el dolor de las manos. No gimo. Relajo la cara y las lágrimas corren libres por mi cara hasta chorrearme la barbilla. Las dejo ir, se me secan los ojos.
No hay más radio, no hay más cumbia. Sólo el chisporroteo crepitante de una radio UHF. Alguien se comunica con otra persona. Apenas distingo Cambios y CuEseEles.
Frenamos. Los oidos se me liberan de la molesta tos constante del motor diesel. Al menos ellos se sienten libres. Atravesamos un portón metálico. Casi todo es oscuridad, algunos edificios atemorizan almas con sus luces mortecinas. Mis manos claman por un respiro. Pronto habrán de tenerlo, con toda seguridad. Mientras tanto, ese pedazo de cerebro podrido que tengo, que encuentra el lado gracioso de mis peores pesadillas, recita con voz femenina: “Aerolíneas Argentinas anuncia el arribo de su vuelo 1114 procedente de Tribunales. Los pasajeros bajarán por la puerta de adelante”.
El comisario de a bordo confirma el destino. Porque sus palabras son eso, un destino. Quizás el último.
– Señores, Batán.

FIN