Magia, hechizos y guerra

[Warrior_]

Originally Posted by Nevinirral

-Quijo, llévame con Sofi, no tenemos tiempo que perder.

Quijo izo un ademan de afirmación.

-Vamos, los guardias no tardaran en sospechar la… ¿Dónde se metió Duvall?

En ese mismo momento los tres que estábamos parados en el umbral de la puerta nos dimos cuenta de la ausencia del arquero. Escuchamos unos ruidos que provenían de los subterráneos, entonces, apareció Duvall, con alguien cargado al hombro… era un Elfo, o un Semielfo, no podía decirlo con exactitud. Estaba mal herido, sus cabellos negros se desparramaban en su testa llena de sangre.

-¿Qué crees que estás haciendo muchacho? –Pregunto Gambli al arquero, que no salía de su asombro –No podemos estar paseando por Alsius con un orejas-puntiagudas por ahí… si ya llamamos la atención, imagínate ahora.

-Aun respira, no podemos dejarlo allí, en Alsius no se deja a nadie atrás ¿No es cierto Don Quijote?

-En efecto, joven Duvall. Se retuerce demasiado, Beleren, sostenle la cabeza mientras pongo sus partes en su lugar.

Mientras lo sostenía con dificultad, no pude evitar que el pensamiento “¿De dónde demonios lo conozco?” cruce por mi mente. Ya lo había visto antes, pero con el estado actual, era difícil de reconocerlo.

-Druem… curatio… raem… parcheare… -Las palabras del Uthgar eran susurros, pero sus efectos podían sentirse. El extranjero empezó a retorcerse, haciendo muecas de incomodidad. Luego, abrió de par en par sus ojos, que se veían tras una gruesa capa de pelo de la frente. El movimiento del Syrtiano fue rapidísimo. Me agarro del cuello. MUY fuerte. Definitivamente era un Semielfo, un elfo común no tiene esa cantidad de fuerza. Lo que es más, creo que ya sabía quién era. Mis compañeros, Gambli especialmente, se apresuro a tener en mano su arma, pero con un ademan de mano (era lo único que podía mover) le dije que no lo hiciera.

-Myr…- el elfico ya de por si me costaba horrores, mas aun cuando alguien me estaba estrangulando por el cuello – Myrblaide… I lana… I kar lat… -Dicho esto, el extraño me soltó, tirándome a mí al suelo, tosiendo para recobrar el aliento. Mientras me masajeaba el lugar en donde se había ejercido presión hace unos momentos, vi al Syrtiano que me veía con una cara de asombro más grande que la del enano. Myrblaide, en su idioma original, aquí traducido como Maldito Lobo.

-Aerl kat apep, nuever at túndalas –El Semielfo decía palabras como arquero endemoniado, las palabras eran muy complejas y muy rápidas –Myr Alsirium, dâl gantra.

-¿Qué diablos acabo de decir? –Dijo Gambli con la boca entreabierta.

-Creo… que esta maldiciendo. –Dije con poca seguridad – Emm… MyrBlaide… puedes… hablar… ¿parlâtüm ep alsririum?

-Poder… pero no hablar muy bien la letra de los imperiales –El claro acento elfico le hacía aun más fácil de entender sus palabras, pero era mejor que nada. –Necesitar irme de aquí, entregar informe, pero los rauko me atraparon primero…

-Mejor pongámonos en marcha –Dijo Duvall mirando por la ventana – El cambio de guardia se está acercando, propongo que resolvamos nuestros siguientes planes en un lugar más seguro, la casa de Ludus.


Nos encaminamos hacia los callejones de Montsgomir, pero me detuve al ver un cartel de “se busca” pegado a una pared. El cartel tenía una muy mala representación de un sujeto con cabellos azules, flequillo para el costado y varias cicatrices, abajo se leía la leyenda “Se busca, 100000000 unidades de oro, mas magnanitas para su captor, vivo o muerto. Nombre del criminal: Jace Beleren. Motivo de su búsqueda: Raptar y violar a una pequeña bajo el nombre de Sofía, luego matarla y ocultarla en un lugar ajeno a nuestra información. Asesino a varios guaridas del imperio, además de delatar planes a los elfos del bosque, más precisamente a la Syrtense “Climene”. El caza recompensas tendrá el favor real, así como la eterna gratitud del imperio.”
Gambli noto mi cara de odio, a lo que se detuvo, los demás hicieron lo mismo, Lobo, a su tanto paro unos metros más adelante, diciendo un par de maldiciones en elfico.

-Muchacho… -Dijo Gambli dándome unas palmadas en la espalda – La gente de Alsius ha sido engañada, tu eres conocido como el buscador de la verdad, este es tiempo para encontrar la mejor de las verdades, tu inocencia. Pero primero tenemos que sacarte de aquí, los sabuesos imperiales están atentos a tu aroma, necesitamos que te desvanezcas por unos meses..

-Voy a encontrar al responsable de esto… -Mi voz temblada de furia- y lo voy a hacer pagar.


Luego de arrancar el papel, seguimos nuestra caminata, llegamos por fin a la casa mencionada. No era nada del otro mundo y no era mejor de otra manera. No queríamos llamar la atención. Entramos, el Semielfo, con desconfianza. Al principio parecía que no había nadie. Grave error. Desde la oscuridad, se alzo una bola de fuego directamente hacia nosotros. Si no fuera porque había avistado a Ludus unos momentos antes en la oscuridad, no habría llegado a tiempo a invocar el escudo de energía.

-¡Maldición Ludus, somos nosotros! –Grito el enano – Por las barbas de Thundermace…

-Lo siento, no los esperaba tan pronto… pasen, pasen. Puedes salir pequeña.

Una cabeza rubia salió por debajo de una mesa. Me miro con dos grandes y claros ojos. Corrió hacia mí, la levante en el aire y la rodeé fuertemente con mis brazos. La mire unos momentos, el brillo de las lagrimas recorrían su pequeña carita.

-No volveré a separarme de ti Sofi –Le dije secándole las lagrimas.

-Dale gracias a Yits –Dijo Ludus – si no fuera por ella nunca la hubiéramos podido esconder. Después de la confusión, ella fue quien tomo a la niña y fue corriendo al Cáliz del Emperador. Aunque su excusa bastante convincente de que tú la habías tele transportado a algún lugar desconocido fue creída por muchos, Gerk y su banda de viejos podridos sospecharon. Ahora mismo Yits no está con nosotros, dado que está bajo estricta vigilancia. Por un lado nos ayuda, ya que desvía la atención. Pero… ¿Quién demonios es ese? –Dijo apuntando al Semielfo que se ocultaba tras las sombras.

-Lo encontramos en los calabozos. Dice que lo atacaron los mismos enemigos que nos encontramos a las afueras de las murallas. El enemigo de mi enemigo es mi aliado, según dice el refrán.

-Hatraz valah brujo, tenemos prisa, por si no te acuerdas. –El syrtense no parecía tener mucha paciencia.

-Bien, ¿Cuál es el plan?

-Ustedes dos… bueno, tres, contando al semielfo, tendrán que ir hacia los bosques de Vinland, encaminarse hacia los terrenos cercanos de la muralla, allí estará Facu esperándolos, con caballos. Te diré por que no podemos acompañarlos, dado el alto riesgo de que nos avisten, no nos pueden ver acompañándolos, ya que nuestras cabezas rodarían mañana al alba bajo el hacha del verdugo. No creas que no somos lo suficientemente temerarios para dar nuestra vida por alguno de ustedes dos, para nada, la daríamos voluntariosamente, pero muertos no podemos hacer nada para averiguar lo que está sucediendo ¿no? Bien –Continuo Ludus –Una vez afuera de la muralla, están por su cuenta. Trataremos de darles provisiones por algún medio, pero no prometemos nada. Lo siento, pero aquí es donde nos despedimos.

Asentí con la cabeza, pero no de buena gana. Sofi se despidió de todos, por todos derramo lágrimas, con Ludus le costó más despedirse.

-Cuídate muchacho, ahora no podre estar ahí para salvarte el culo de esas cosas ¿no? Asi que te me cuidas rapaz, no voy a dejar que mueras antes que yo. –Gambli me dio uno de sus típicamente fuertes abrazos.

Me despedí de todos, prometiendo un pronto retorno. Aunque no estaba seguro de esas palabras. Me dieron un báculo, túnicas y una espada. A Lobo le dieron una espada de manufactura enana. La probó en el aire un par de veces, y la envaino en señal de aceptación. Con una reverencia y unas palabras en elfico que eran inentendibles se fue de la habitación, seguido de Sofi que sujetaba mi mano. Me pare en el umbral de la puerta para ver a mis amigos por lo que sería una última vez en un tiempo.


El semielfo corría endemoniadamente rápido, daba zancadas largas y no se detenía a recobrar el aliento. Cuando estábamos cruzando Birka, se empezó a escuchar una campana. Las campanas de alerta.

-¡Vlaska! Deben haberse enterado que nos escapamos –Dijo Maldito Lobo, deteniéndose por primera vez desde hace un tiempo –Redoblemos la marcha brujo, no tenemos tiempo que…

-¡Alto en el nombre del emperador! –Unos tres guardias nos avistaron a unos metros de distancia, el semielfo no se izo esperar, avanzo a zancadas agigantas hacia el grupete, derribo a dos con una embestida pero el tercero se le escapo, no podía lanzar un hechizo de parálisis sin llamar demasiado la atención. Pero cuando doblo en una esquina, al perderlo de vista, volvió inmediatamente, pero volando por el aire. Bah, volando, lanzado por el aire seria una palabra más precisa. Luego de que aterrizara en el suelo con un ruido seco, una figura un tanto harapienta apareció de la esquina en la que había sido lanzado el guardia. Era mi padre.

-Hijo… yo, lo siento te falle. Le falle a tu madre.

-Papá, no hay tiempo para charlas familiares…

-Myrblaide, Il ana I kar lat.

-Il ana I kar lat, Arturuk Beleren –Dijo el Syrtense con su puño cerrado en el pecho. Definitivamente había algo que no encajaba.

-Ahora pronto, se porque te buscan hijo, te ayudare a escapar.

Volvimos a las corridas, tratando de mantener el aliento y no desmayarnos. Tenía a Sofi cargada en brazos, y hacia mucho que no ejercitaba mi trote. Me faltaba el aliento. Cuando estábamos por salir de Birka, escuchamos gritos atrás nuestro. Vi por mi hombro y los guaridas nos habían avistado. El semielfo grito unas palabras en elfico que sonaron poco amigables y redoblo su velocidad. Avistamos a Facu entre los árboles, le hice señas para que se escondiese, me vio a mí, luego a la patrulla que nos seguía y entendió todo. Se escondió, no había tiempo para subir a los caballos.
Estábamos cerca de la puerta, que por alguna razón, los guardias estaban todos en el suelo. La puerta estaba abierta, casi lo lográbamos. Pero nos iban a alcanzar. Las flechas ya pasaban zumbando sobre nuestras cabezas. A eso, veo que mi padre sacó una bolsita de sus ropas. Tira la bolsita al suelo, desperdigando un montón de estrellas con afiliadas puntas de metal. El efecto no tardo en venir, los guardias lo pisaron, tropezándose y haciendo una gran cantidad de tumulto. Cruzamos la puerta, me di vuelta y… estaba mi padre ahí, de rodillas en el suelo, con las dos piernas atravesadas por varias flechas. Otra ola de guardias ya se apresuraba en venir. La puerta se estaba cerrando, trate de ir, pero el semielfo me detuvo. Me miro, vio a los guardias que se acercaban con lanzas, me miro de nuevo y sonrió. Aunque no lo pude escuchar, estuve seguro que me dijo en un susurro “Te falle una vez, no volveré a hacerlo”.

Acto seguido, mi padre se paró, aun con las flechas en sus piernas, con la cabeza en alto grito “La verdad los hará libres” tan fuerte que hasta en Birka lo escucharon. La verdad los hará libres. O en su traducción al elfico “I lana I kar lat”. Antes de que llegaran los guardias con sus lanzas apuntando al cuerpo de mi padre, las puertas se cerraron. Justo a tiempo.

es una historia¿


o es todo sobre tu vida en el ro? xd

[Nevinirral]

Originally Posted by Warrior_

es una historia¿


o es todo sobre tu vida en el ro? xd

Es una historia, inventada la mayor parte. Las cosas que se apegan mas a la "realidad virtual" son las batallas en los fuertes. Pero obvio que mi brujo no es un desterrado que lleva a una niña en su cuidado .

[El_XeNeIzE]

los ignitas somos malvados y encima atacamos de a miles y no tomamos aggers jaja muy buena la historia loco, la verdad q tenes alma de escritor.

[Stug]

Originally Posted by Nevinirral

Por favor, los que sepan o juegen a magic the gathering, ignoren el nombre .

Los que no supieran ya te descubrieron!!!! jajajajaja

prefiero a Liliana o a Garruk, aunque tengo al Sorin y es muy puta la carta tambien

[Nevinirral]

Ya les va a llegar el turno a los Ignitas. Aca voy a tratar de que no se ponga un reino como "el malo de la pelicula" pero solo les pido que tengan paciencia, ademas, me gusta mantenerlos con la intriga

Stug, yo tengo a Jace y a Chandra, y amo la personalidad del mago mental, asi que por eso le ise un tributo creandome un pj con ese nombre

[Ludus]

Espectacular nevi!, te queme la túnica con la bolita de fuego? XD

[echizerita]

Originally Posted by Nevinirral

Ya les va a llegar el turno a los Ignitas. Aca voy a tratar de que no se ponga un reino como "el malo de la pelicula" pero solo les pido que tengan paciencia, ademas, me gusta mantenerlos con la intriga

Stug, yo tengo a Jace y a Chandra, y amo la personalidad del mago mental, asi que por eso le ise un tributo creandome un pj con ese nombre

XD

linda historia


suerte ^^ con los siguientes episodios(?)

[Nevinirral]

“…Y aunque la verdad se la esconda con artimañas, artefactos y demás tretas por la maldad, la llave que abrirá las puertas hacia la ultima verdad, hacia la legitima y salvadora verdad, hacia la liberadora verdad, prevalecerá frente el martillo de la maldad, del caos y la desolación. Por que solo la verdad podrá liberar, solo la verdad los hara libres.”
-Profecía de Kael el elfo.


No había tiempo para pensar lo que acababa de pasar, no había tiempo para lamentarse, teníamos que huir. Sofi estaba muy agarrada de mi mano. Me di media vuelta, para ver cómo estaba el tercer acompañante, pero lo que vi me sorprendió. O lo que no vi. Ya que Maldito Lobo, no estaba allí. Probablemente corrió hacia Syrtis cuando tuvo la oportunidad, no se dio vuelta para ver como las lanzas atravesaban a mi padre. Estaba solo, contra Alsius, Syrtis e Ignis, tenía que ponerme a pensar algo rápido. Pero no podía, por primera vez en mi vida, no era capaz de formar un plan, un pensamiento. De pronto, siento un tirón en mi muñeca, veo hacia abajo y me encuentro con la cara de una niña asustada, unos ojos claros y brillantes como el rayo que expresan temor, ojos que piden a gritos que alguien les diga que sigue ahora. Tenía que hacer algo, tendrás tu tiempo para gritar, llorar y enojarte, pero ahora no Jace, ahora es tiempo de actuar.
Corrí hacia el único refugio (o vestigio de uno) que recordé. Tome a Sofi por la mano y la conduje hacia unas ruinas que yacían en el medio de Alsius, pasando las murallas. Había estudiado de los habitantes que alguna vez vivieron aquí, era el resto de una ciudad enorme, que vigilaba la frontera de los tres reinos, pero con la llegada de los Igneos, dicha ciudad quedo reducida a cenizas. Lo más extraño de todo es que no fueron los Igneos que destruyeron la ciudad, si no sus propios habitantes, con conflictos entre las diferentes castas guerreras, se destruyeron mutuamente. Antes era una gloriosa ciudad, ahora, el refugio de un brujo paria y una niña inocente.

Encendí una fogata detrás de un resto de pared de las ruinas. Mientras crepitaba el fuego me puse a pensar lo ocurrido. Mi padre estaba muerto, yo era el último vestigio de mi familia, mis abuelos, muertos antes de que naciera. El misterio que rodeaba a mis antepasados me confundía incluso a mí, de mis abuelos, no sé nada de ellos exceptuando el dato de que están muertos. Mis padres, herreros los dos, nacieron en Rotservall y no salieron de allí salvo para negocios. La historia tenía algo que no encajaba, ¿cómo es que el semi elfo conocía a mi padre? Y más raro aun, ¿cómo conocía las palabras en elfico que cierto grupo de Syrtenses utilizaba como saludo? Yo lo sabía, es verdad, pero solo lo dije porque lo utilizaban para saludarse y demostrar que son aliados, pero el significado de la oración, lo ignoraba por completo. Lo más extraño es que mi padre parecía conocer a la perfección su significado.

Pero el gran misterio no era sobre mí, sino de la niña. En primer lugar, TODA su familia es un misterio, sus padres muertos, supuestamente le habían dejado pistas diciendo que las respuestas se hallaban en la zona de conflicto. Pero no especificaron cual de las tres zonas de conflicto. Lo que es más, al parecer varias personas estaban interesadas en ella. Sin contar que los “demonios” no son personas.

Ahora bien, Daen Rah menciono un artefacto, pero por ahora no vi ningún artefacto. Así que si hay algo que pueda detener la llegada del señor de Daen Rah, no ha sido encontrado, es decir, estamos bien jodidos.

-¿Jace? –Era la primera vez que alguien cortaba el silencio en mucho tiempo, sin nombrar a las criaturas que rondaban por los alrededores. Sofi tenía la voz entrecortada.

-Dime, pequeña.

-¡No soy pequeña!

-Tienes a lo sumo seis años, claro que eres una pequeña.

-Tengo nueve años, casi diez. –Siempre fui horrible para deducir edades –No soy una pequeña.

-Entonces eres una mozuela.

-Te digo que me llames por mi… -El ruido de unas ramitas partiéndose callo a la niña inmediatamente. Me levante de inmediato, con mi mano brillando de la magia preparada para ser soltada en cualquier momento.

-¡Urg! –Al ver la distintiva cara de Apuesto Bonifacio, todos mis nervios se relajaron. Solo faltaba saber dónde estaba su dueña, Lady Laia. El ogro ignita se acercó, tenía una bolsa y una carta. Tendió ambas cosas en el suelo, me regalo lo que parecía ser una piedra brillante (probablemente un regalo de el)) y se fue corriendo hacia los bosques. Por un momento pude ver el brillo del metal de una punta de flecha a la luz de la luna.

-Acércate, Sofi –Dije mientras desparramaba el interior de la bolsa que dejo el ogro. Allí adentro había más que nada provisiones, agua, comida, y cerveza (cortesía de Gambli, probablemente). Había también una muñeca de trapo, que Sofi abrazo ni bien la vio. Según ella, el sastre de Montsgomir la había hecho especialmente para ella. Me izo recordar a los muñecos de madera de cuando era chico.

Abrí la carta, tenía una letra garabateada, no reconocía de quien. Las frases eran cortas, probablemente hechas en un apuro y además estaban en el lenguaje enano, haciendo que pocos pudieran leer el contenido. Por suerte, era uno de esos pocos. Durante mis estudios, tuve que ir a la capital del imperio, a la mina del rey de los enanos, ahí aprendí mucha de su cultura y de su idioma. El único que conocía que hablaba ese idioma era Gambli, así que probablemente la letra es de él. Aunque se ven muchos enanos por Alsius, pocos saben su idioma ya que pocos son aquellos que nacieron bajo tierra, en la capital del imperio. Muchos nacen aquí, alejados de sus raíces. Gambli era un enano de pura cepa, pero por alguna razón siempre evadía el tema cuando se le preguntaba de por qué abandono su casa en la capital. La carta decía esto:

“Yits en problemas. Encontraron la casa de Ludus, junto con varias de las pertenencias de la niña. Baldrick desaparecido. La academia de magos está tomando las decisiones del imperio, dirigidos por Gerk el sabio. La Jihad en problemas. Gran recompensa sobre tu cabeza. La compañía de mercenarios Therendril está siguiendo tu rastro. Mantente oculto muchacho.”

Esto no era bueno, la compañía Therendril era conocida por actuar sin escrúpulos para conseguir su recompensa. Eran capaces de venderse a otro reino, si la paga era suficientemente buena. Se constituía de alsirios, si se los podría llamar así a esos apátridas.

Todo esto eran malas noticias, terribles noticias. Pero por ahora tenía que esconderme. Descansar. Luego pensar en un plan de acción. Apague la fogata y le dije buenas noches a Sofi, apoye mi cuerpo aun dolorido por el castigo que sufrí en el caldazo, me dormí con la frase en la mente “la verdad los hará libres”.



Me desperté de repente cuando escuche la voz de mi madre y padre en mis sueños, dijeron al unisono “¡Despierta!”. Me levante sin hacer mucho ruido, Sofi aun dormía, el sol apenas despuntaba en el horizonte, lo suficiente como para poder ver donde caminaba. El ruido de unos murmullos me puso alerta de inmediato. Pegado a la pared de la ruinas, observe desde una esquina a los que se decían palabras por lo bajo. Estaban armados con alabardas, espadas y mazas. En el hombro tenían un escudo de un martillo y una espada. La compañía de mercenarios Therendril. Desperté a Sofi con mucho cuidado, sin hacer ruido, le tape la boca con mi mano antes de que podría decir algo y le ise señales de que no diga una palabra. Le señale un hueco en las ruinas en el que ella entraba perfectamente. Si teníamos suerte, no la descubrirían a ella.

Me acerqué a las dos figuras que estaban inspeccionado los lugares, estaban muy ocupados discutiendo de cómo iban a encontrarnos, así que no me vieron cuando me acerque desde atrás con un hechizo de fuego y rayo en cada mano. Para mi sorpresa cuando libere el hechizo, los cuerpos no cayeron, se desvanecieron. Ilusiones. No llegue a invocar un hechizo de protección cuando una boleadora se enredo en mis piernas haciéndome caer de bruces al suelo, perdiendo el conocimiento.

[Nevinirral]

Me desperté cuando me sacudió un movimiento violento. Mire a mi alrededor, estaba acostado en una habitación de madera, que se movía, iba dando saltos. No era una habitación, era un carruaje. Los mercenarios solían llevar así a los prisioneros que capturaban, si se los pedía que capturaran vivo. Sofi no estaba junto a mí. Había quedado en el escondite, tenía que salvarla. Mire a mis manos, tenía unos grilletes de magnanianita. Solo era necesario un hechizo de fuego lo suficientemente fuerte para que ablande las cadenas. Me concentre para invocar a la flama, pero nada salió. Escuche de estos grilletes, a prueba de magia. Mientras un mago se encuentre en contacto con ellos, todo rastro de magia queda neutralizado. Pensé que eran ilegales, ya que su creación conllevaba tumores cerebrales al herrero. Escuche por lo bajo las dos voces de los mercenarios que iban conduciendo el carruaje.

-Es increíble lo fácil que caen, parece que cada día es más fácil.

-Y nos dijeron que tuviésemos cuidado con este, ¡Ja!

-Eh mira, ahí viene el jefazo, tal vez encontró a la niña.

Los ruidos de unos cascos de caballo se hicieron mas fuertes. No era un explorador, pero por los relinchos creo que tres jinetes se acercaron. El carro se detuvo.

-Eh jefe, ¿encontraron a la niña?

-No, y cállate, que recuerda que esta es una misión encubierta, nadie tiene que saber que vamos tras ellos ¿entendido?

-Por supuesto. Tal vez deberíamos preguntarle al prisionero donde podría estar la chica.

-¿Está despierto?

-Escuche unos gemidos, supongo que sí. Déjeme calentar el hierro para hacerlo hablar.

-No será necesario. Mis métodos son efectivos que la fuerza bruta.

-Cierto es jefazo, usted tiene la habilidad de sondear mentes, se me había olvidado.

Cuando dijeron lo último, empecé desenfrenadamente a tratar de sacarme los grilletes. Mis muñecas empezaron a sangrar, pero los grilletes no aflojaban. Si llegaban a saber lo que yo sabía, todo estaría perdido.

-¡Eh! Miren como se retuerce, debe estar cagado hasta los tobillos.

Tenía que liberarme, no podía dejar que ellos supieran. Tenía que… de repente, un silbido, parecido a un pájaro. Se escuchan dos fuertes y secos ¡Tuc! Y luego el ruido de dos cuerpos al caer al suelo. Uno de ellos grita que se bajen de los caballos, que se pongan a cubierto. Se escucha el ruido de una armadura tintineando.

-¡Son solo dos! Esto se va a poner divertido.

-Corran ahora, y se les perdonara la vida. Entréguenos al prisionero. –La voz tenía un acento extraño, no era alsirio. Pero me parecía muy familiar.

La respuesta fue un coro de risas, del “Jefazo” y de los dos que habían quedado.

-Ven a quitárnoslo –Se escucho que uno de ellos decía.

Unas voces en un idioma que no llegue a reconocer. Ruido de pasos rápidos sobre la tierra. Ruido de espadas desenvainándose. Ruido de deparradas sobre el suelo, tintineo de espadas chocándose entre sí. Ruido de una espada recorriendo el filo de la otra, a una velocidad increíble, luego, el ruido ahogado de los tejidos musculares y los órganos internos, el ruido de la sangre al caer a chorros en el suelo. Las palabras invocadoras de hechizos, que no llegan a su objetivo, el grito de un mercenario cortado abruptamente por un silbido de una hoja cruzando el aire, para luego escuchar el de una garganta llegándose de sangre. Los pasos precipitados de alguien que se da a la fuga, el sonido de un silbido, el sonido de una cuerda de arco soltada, el sonido de un cuerpo cayendo. Luego silencio.

Me quede atento a cada sonido, pero lo único que escuchaba eran los sonidos de los pájaros de los bosques. De repente, el carro se mueve abruptamente, se escucha el ruido del metal cortando a otro metal. Se abren las puertas de mi prisión, con estrepitoso estruendo. La luz me cegó por momentos, pero puedo llegar a ver a un individuo mirándome detrás de unos cabellos negros.

-Al parecer tienes una suerte sin precedentes, Beleren. –La familiar voz de Climene venía desde detrás de Maldito Lobo.

[Ludus]

Buenísimo nevi, como que encontraron mi casa? FUCK!