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La Taberna Un lugar para conversar sobre casi cualquier tema |
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02-24-2018, 08:43 PM | #831 |
Pledge
Join Date: Mar 2006
Location: Buenos Aires, Argentina
Posts: 15
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Mirá si habrá pasado el tiempo que ya no sé cómo empezar. No sé cuál es el botón que hace falta oprimir para dar rienda suelta a lo que este sitio alguna vez fue.
Se dio que cai en este sitio nuevamente por un infortunio. Y me quedé. No había nadie. Hace años luce desolado este lugar. Crucé la barra y me preparé un café. Atrás quedaron los tiempos en que una curvilínea y colorada mesonera nos deleitaba en este lugar con su contonear. Lejos son los tiempos en que un gallego de nombré José (Pepe para los habitués) te cobraba un disparate por dos medialunas. Agarré una silla en mi lugar de siempre, y me senté a beber sorbo a sorbo ese café plagado de nostalgias. Repasé los lugares que solían ocupar las personas que supieron dar vida a este reducto. Un revolucionario maldito que no blandió más banderas dejó de acodarse en la barra, seduciendo mesoneras, deslumbrando mentes jóvenes y adoctrinando -si, curiosamente- con la fuerza del puño a través de las palabras. Un coleccionista que se dedicó a cosechar en otros lares y se extravió en un ático a la espera de un rescate que nunca se dió. Un ángel y una niña que se aferraron fuerte a este primer reducto de contención, donde se las vió crecer. Mujeres que intentaron con gran esfuerzo mantener viva una idea forjada hace mucho por unos desquiciados con mucha vocación y tiempo libre. Una circunstancia de nuestras vidas que nos mantuvo expectantes, hasta que encontramos otras formas de comunicarnos. También una dama que supo ser la dulce inspiración de muchos, pero más mía. Un suspiro en los tiempos aciagos y que hoy resulta una idea tan lejana y absurda que asusta por lo nítida de su presencia. Si, tenía ganas de tomarme un café. Tenía ganas de ver qué se sentía. Tenía que sentarme solo en este inmundo bar a ver qué me trajo hace 9 años. Si, ya nueve años y por momentos pareciera que fue ayer cuando timidamente me senté y me invitaron a quedarme. Eran otros momentos dirán. Y cierto es. O tal vez ahora lo sean, y dejamos que pasara. Atrás quedaron los shufuni, el mundo de las ideas, las bestias del fin de los tiempos, los desafíos de la prosa o sextilla. Me tomo un sorbo más y recuerdo a quienes me pusieron en el brete de revisar cada cosa que hacía. A mejorar y no defraudar con algo inoficioso (aunque no siempre lo logré). Hoy me cuesta empuñar estas palabras. Se me acaba el espacio en la servilleta. No sé cómo convocarlos. No sé si quiera. Me cuesta recordar los nombres... las cosas... Solo les digo a los más nuevos, que las puertas están abiertas de este lugar que supo albergar a algunas de las personas más creativas, brillantes y sensibles que tuvo este mundillo. Cuidensé. Acá no ha pasado nada.
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Armestt, Brujo Eterno de las Sombras de Alsius Et certe cuiusque rei potissima pars, principium est. [Gaius; Digestorum L. I; T. II; 1] |
05-27-2018, 03:57 PM | #832 |
Master
Join Date: Mar 2008
Location: Acracia
Posts: 434
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Alisó el sobretodo, apretó el mango de la katana con la mano izquierda y caminó con la jactancia de tiempos distantes. El abogado, ahí en el rincón, lo miró como quien contempla una especie extinta, de pronto, regresada a la vida por artes oscuras. Y puede que fuera un poco así.
El anarquista hizo una seña. El otro tipo lo siguió. Saltó la barra y sacó una botella de whisky. -¿Un solo vaso? -preguntó el jurista. -Por ahora -dijo el ácrata-. ¿Dónde estábamos? -En que no somos los mismos. -El abogado se sentó en el taburete-. Mirá esa cabeza, afeitada a cero. Y esa barba... bueno, la barba sigue desprolija por lo menos. -Es que me la quiero trenzar. -El anarqista destapó la botella. -¿Y los demás? -El abogado bajó la mirada. -El coleccionista todavía es un hermano para mí. -El anarquista sonrió con tristeza-. La niña dejó de existir. Ahora es un mujer. -Lo miró a la cara-. A tu rubia le perdí el rastro hace mucho. Y, durante los años, he tenido muchas escaramuzas con La Bestia del Fin del Mundo. A veces como enemigo, a veces como aliado. Del único que no había sabido nada... -Fue de mí, sí -dijo el abogado-. ¿Entonces? -Hasta el diablo se fue. Todos nos fuimos. Pero acá estás vos. Y acá estoy yo. Y aunque no tenga tiempo para ciertos juegos, ni ganas de jugarlos, todavía me queda cierta voluntad. El abogado hizo una mueca. -De acuerdo, de acuerdo -dijo el anarquista-. Cierta necesidad por... visitar. O a lo mejor empezar el día. Para eso vine. -Dejame hacerte una pregunta -dijo el abogado-. ¿Ahora vas a cambiar el tiempo verbal? El anarquista miró alrededor. -Depende. Si ponemos todos los vasos en la mesa, no me molestaría arrancar el día por acá. O terminarlo. Entonces... ¿hablamos de nuevo mañana? Los dos tipos se miraron. El abogado puso un cenicero en medio de ambos y el anarquista sacó un atado de cigarrillos. Ambos permanecieron ahí, a la espera, en medio de la atroz incertidumbre, con la mera certeza de la ignorancia. ¿Vendrían? ¿Vendrán?
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Last edited by MalditoLobo; 05-27-2018 at 05:40 PM. |
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historias, literatura |
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