Relato: La Aventura de un granjero

[Masterkick]

Capítulo 3: El pasado

El rostro del elfo ya no era el de siempre, parecía como si hubiera llegado esa esperada primavera luego de un largo invierno. Se sirvió un poco de agua sin siquiera preguntar, cerró las ventanas, y miró hacia todos los lugares de mi casa. Apoyó lentamente su cuerpo contra la pared y me dijo:
–Quien y qué eres?
–Me parece que deberías decirme eso de ti—le respondí.
–Mi nombre… no creo que debas saber el nombre de alguien que aun no conoces.
–Bueno, me llamo Geren—exclamé. Sentía algo familiar en el elfo, lo que me hizo seguir hablando con el, aunque por un momento pensé en echarlo de la casa.
–Nunca le des tu nombre a alguien que no conoces, puede ser usado en tu contra—replicó. Luego siguió hablando en un tono más bajo, como para consigo mismo.

Sus enigmas ya me hartaban. No podía soportar más la conversación. En mi cerebro giraban miles de preguntas, ¿Quién era el? ¿Qué es lo que hacía que no lo pudiera echarlo ni contradecir sus palabras? Tal vez no tenía el coraje suficiente.

–Al parecer he llegado en el momento justo. Tu vida debe seguir otros caminos. Debes admitirlo, la granja ya no te apasiona tanto como cuando eras pequeño—esta interrupción me hizo volver en mi.

–Y como sabes tu todo eso?—respondí sin pensar en cual sería su respuesta. Este fue el peor error que pude haber cometido, ya que las respuestas pueden abrir muchas puertas secretas y senderos ocultos.
–Yo, Geren, soy tu hermano.

De repente todos los enigmas en mi cabeza encontraron solución: La supuesta desaparición de mi padre, las historias de cuna que me contaba mi madre y las conversaciones que lograba escuchar desde mi cuarto.

–Esto no puede ser así—dije exaltado—Soy hijo único, mi pad…
–Tu padre falleció dos estaciones luego de que nazcas, y fue un gran hombre, y granjero—me interrumpió—Esa es la historia que te contaron. Tu padre está vivo, es un gran y poderoso señor de estos lugares, y me mandó a por ti, para que te enseñara la verdad.

–No te creas que es muy fácil de creer. Vete ahora, y vuelve mañana. Si es posible, toca la puerta antes de entrar.

El viejo tomó su bastón y se fue. Ahora más que nunca mi mente estaba cubierta en sombras. Todo mi mundo cambiaba. Ahora la aldea me parecía solo un pequeño punto en una gran tierra, mi vida cobraba sentido.
A qué puede uno aferrarse en estos momentos, no lo sé. Dos verdades se enfrentaban ante mí. Pudo mi vida ser un sueño?



Nota: Esta vez es cortito pero bue.... el tiempo pasa y mañana tengo prueba de biologia
@(el que me lo preguntó XD): Si, soy un poquitito trekker.