El simple hecho de autocalificarse "amigo de los pobres" no hace que alguien lo sea. Muchos están buscando un salvapatrias o un salvamundos a cualquier costa y obvian que están cayendo ellos mismos dentro de las fauces del león.
Me hace gracia ver a ultracapitalistas multimillonarios disfrazarse de izquierda, pero me indigna ver a pobres descerebrados seguirlos ciegamente.
Lo más lamentable es ver a gente que clama por la libertad popular y por la determinación del pueblo apoyar a los Poderosos que manipulan el Estado, los medios y el dinero para seguir siendo Poderosos.
La destrucción de las ideas y la perversión de las palabras es un arma más fuerte que todas las pistolas. Y de eso los Poderosos saben mucho. Los tiempos cambian y ellos han cambiado también sus armas. No es oro todo lo que reluce.
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μολὼν λαβέ
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