Pequeño Cuento de amor

[Adriaan]

Dale iceeeeeeeee escrviiiii XD

[Icewizard]

Revivo el post


Espérenme! Me trabé muy feo en una parte >.<

[nedax]

como un flash para sasciarnos la sed...

todo esto termina en guerra?

[KingTerra]

Muy buena la historia


PD: Sale karma ( me olvide de firmarlo )

[Icewizard]

Originally Posted by nedax

como un flash para sasciarnos la sed...

todo esto termina en guerra?

Nop

Ya tengo en mi mente el final... pero me faltan los últimos capítulos >.<

[Adriaan]

dale no comentes de eso nos encargamos nosotros, vos escrivi XD Re molesto

[nedax]

Originally Posted by Icewizard

Nop

Ya tengo en mi mente el final... pero me faltan los últimos capítulos >.<

buaAAAAaaa :´(

[KDABRA]

Wau en verdad wau y yo que crei que me perdi toda la historia pero enserio esta buenisima la historia sabes me inspira realmente yo antes tenia el sueño de ser escritor pero el problema es que las historias que escribo no son tan extensas son cortitas pero con esto estoy pensando escribir una historia sobre el regnum solo que sobre un asecino y de terror en eso me especialiso yo bueno lo unico que tengo que decir ICE SOS MI HEROE ENSERIO y terminalo porfis ando re desesperado por el final


salu2

[Ryech214]

Hdp te trabaste de verdad parece, la csm dale forr*

[Icewizard]

La versión verdadera

Desperté donde me había desmayado, o muerto. El césped me acariciaba el rostro y de repente abrí despacio los ojos. Me incorporé, observé a mí alrededor y vi que estaba sola. Sin duda, allí había sufrido el ataque y había quedado inconsciente.

-¿Dónde están todos?- me dije a mi misma.

-En el mundo de los vivos, o algo así.- dijo una voz masculina.

Me di vuelta sobre mi misma y lo vi. Mi padre abría los brazos para abrazarme y protegerme. Corrí hacia él y comencé a llorar. Allí estaba él, después de tanto tiempo, tenía muchas preguntas que hacerle pero la voz no me salía. Me dejó llorar y a la vez nos mecía.

-Te extrañé tanto hija.- susurró.- Supongo que tenes muchas preguntas.-

-Si.- logré decir.- ¿Por qué… me dejaste tan sola?-

-No te dejé sola, estabas con Sinna, Treeck y Erwene.- se defendió.

-No es lo mismo.- dije. Luego, de un golpe recordé algo muy importante.- Tus hermanos… quiero saber la verdadera historia.-

-No te la tragaste, ¿verdad?- suspiró.- Supongo que los odiarás mucho mas de lo que ya los odias… el oro puede provocar tanta desdicha…- y luego nos separó para tenderme la mano lo mas que podía.

-Estira tu mano y toca la mía.- ordenó.

Hice lo que me pidió y cuando nuestros dedos se tocaron, la escena cambió. Del pacifico bosque terminamos en el salón del trono, en el castillo. Allí mis tíos discutían.

-No nos ven, somos sombras en el mundo de los vivos.- dijo mi padre.

Asentí con la cabeza y me puse a escuchar atentamente lo que se estaba discutiendo.

-Te digo que hay que avisar…- dijo el semi elfo

-¡No! Ahora tenemos mas poder del que nos prometieron, no necesitamos que Daracan nos pague.-

Y la escena se esfumó nuevamente. Esta vez aparecimos en el lago donde se erguía una torre en ruinas. Impresionada por lo recién visto, no logré ver lo obvio.

-Son impostores.- dije susurrando.

-No, peor, son lo verdaderos. Mis hermanos siempre fueron codiciosos y ahora que tienen poder, no lo quieren soltar.- respondió.

-¿Por qué vinimos?- cambié abruptamente de tema.

Suspiró, se hizo silencio unos minutos hasta que decidió hablar.

-Aquí mis padres murieron, pero no por las causas que te dijeron.- luego me miró a los ojos.- Fueron asesinados… por sus hijos menores.- entonces una pequeña lagrima se le escapó. En el fondo, sentía su pena pero no me atrevía a interrumpirle.- Mis hermanos estaban celosos, la familia entera confiaba en mí pero yo lo ignoraba. Mi padre me había fabricado mi báculo pero no el de mis hermanos. Estos siempre se lo echaron en cara y él lo dejaba pasar. Una tarde nos trajeron hasta aquí y los tres observamos la ceremonia. Todo transcurría normal, me habían ordenado vigilar a mis hermanos y yo obedecía. Desvié la mirada hacia el bosque y cuando mire a donde estaban mis hermanos me di cuenta de que se habían escapado. Con la mirada los busqué, intentado ocultar mi desesperación.
Pero fue imposible, los espectros del lago habían sido molestados y atacaron al grupo de creyentes. La gente comenzó a correr por todos lados y yo intenté buscar a mis padres, dejando para luego a mis hermanos. Ni bien di un paso, mis hermanos me tomaron entre los brazos y me arrojaron al lago.
Allí, pensé que moriría. Algo me empujaba para abajo y el aire se escapaba de mis pulmones muy deprisa, no podía detenerlo. De golpe, todo comenzó a brillar, me sentía muy fuerte y una corriente me deposito en el agua. No preguntes que fue, simplemente me hallaba en la orilla. Algo en mí hizo que corriese hasta donde mis padres estaban. Corrí, a la vez contemplando que me sentía nuevo, sentía que podía seguir corriendo por horas y no agotarme, me sentía muy poderoso.
Una vez en la torre, subí y contemple como mis padres habían sido asesinados. Mis hermanos me habían seguido y ellos mismo confesaron, cuando con mi nueva magia los eleve por el aire.
Entonces, decidí ocultar la verdad. Ignoré lo que mis hermanos habían hecho y me uní al ejército. Allí, gané un gran respeto por parte de todos. Mis nuevos poderes me ayudaron, pocos eran los que quedaban muertos cuando me enviaban a la guerra. A los meses, mis hermanos también se unieron. Desde entonces, nos llamaban los hermanos fríos porque mis hermanos asesinaban a todos y yo, era su cómplice. Con el tiempo me di cuenta que gastaba mi vida por mas que sea inmortal.
Abandoné todo, comencé mi vida nómada vagando por los bosques hasta que un día, conocí a dos personas maravillosas. Junto a ellos mi vida volvió a tener sentido, felicidad, la que tiempo atrás había perdido. Luego llegó Sinna con un grupo de gente. Gente a la que aun aprecio por las que la distancia nos impida vernos. Con todos ellos, fundé la capital del reino. Grandes aventuras e vivido con Sinna… por eso la amo como mi hermana.-
Pero no pude escuchar mas, sentí un fuerte tirón desde mi panza. Mi papá lo notó.

-Ya no te queda tiempo aquí, las sombras te llevan al otro mundo.- Luego me tomó de los brazos.- Hija, tenes que volver al mundo de los vivos.-

-¿Cómo? ¿No es este el mundo de los muertos?- pregunté confundida, abrazándome para soportar el dolor.

-No, es un lugar intermedio.- explicó.- Un lugar donde ves tu vida y luego vas directo al mundo de los no vivos.- agregó. De la nada su báculo apareció.- Toma, usa esto para sacarte de encima a tus enemigos ignitas.- me obligó a tomarlo.

-Pero…es tu báculo, el que te dio tu padre hace tiempo…- susurré asombrada. Cuando lo toqué sentí una gran corriente de magia por todo mi cuerpo.

-A mí ya no me sirve, úsalo.- luego me besó en la frente.- Te quiero hija, cuídate mucho y saluda a tu tía de mi parte.

Antes de dejar que el tirón venciera, una figura apareció.

-¡Espera Galathriel!- dijo con una voz masculina, fuerte.- Dale esta carta a Amaia, por favor.- suplicó.

-¿Quién…?- pregunté confundida.

-Soy Lysander, dale mi carta.-

Asentí con la cabeza, la figura se esfumó rápidamente. Miré mi papá y este asintió con la cabeza,

-Adiós, papá.- entonces el tirón venció y la oscuridad reino. No era mi final, después de todo, confiaba en mi papá.


Continuara...