[Cuento] La reconquista del fuerte Aggersborg

Valkasar · 09-29-2009, 01:15 AM

La mierda si que quedo largo el "cuentito"

Edit: me entere que mi abuelo murio cuando estaba escribiendo esto. Ironias de la vida no?

El joven conjurador observa su baculo con atencion. Sabe que esta callendose a pedazos desde hace una semana pero no consigue el oro para las reparaciones. A su alrederor ve a los aliados preparandose para la inminente batalla.

De repente el vigia alerta a la tropilla de que el ejercito alsirio estara alli en breve. A una sola voz se inparten las ordenes, los conjuradores, que curen y revivan. "Los arqueros, que tiren flechas" contesta un inpertinente conjurador apostrado contra la bandera. "dejate de joder -contesta un barbaro, curtido en mil batallas- sabes a que me refiero".

A lo lejos se escuchan diversos gritos de batalla.

Todos -incluidos los guerreros- se alzan orguyosamente sobre la tarima. Nadie se amedrena ante la evidente superioridad numerica o, al menos, nadie lo demuestra. Ambos ejercitos empiezan a preparar sus poderes, intentando desmoralizar al enemigo. Los cazadores, sabiendo eso, llevaban por mascota inpresionantes trolls de tres metros, los cuales les hacian gestos obcenos a los enemigos.

Los conjuradores descanzaban entre los hehizos de proteccion que lanzaban en los aliados y en ellos mismos, sabiendo que en una batalla es mejor entrar con toda su energia disponible. El joven conjurador hace lo propio.

Un cazador, de apenas quince primaveras, observa inpresionado a los musculosos barbaros, cuyos brazos eran anchos como todo su cuerpo, y a los valientes caballeros, de expresion bondadosa, sabiendose los mas aptos para resistir el daño enemigo y asi proteger a sus aliados mas debiles. Un caballero observa de reojo al joven cazador, que miraba su escudo de aspecto inpotente. "este muchacho va a salir vivo de este infierno, yo me voy a encargar de eso" -piensa, mirando sin disimulo al joven, que de repente estaba muy interesado en el estado de las garras de su lobo.

A lo lejos un creciente grito de guerra distrae los pensamientos del caballero, que, por acto reflejo, se para adelante de sus aliados que estaban bajando de la tarima.

El conjurador se concentra en su respiracion para no pensar en la carniceria que se desarrollaria en breve. Le rogaba, silenciosamente, a su estomago que resistiera ver a los aliados masacrados pero vivos, pidiendo un poco de ayuda para volver a la batalla.

El cazador, nervioso como kelonte en el desierto, se para en la tarima junto a los tiradores que, a su vez, le pidieron que dejase a su mascota en la planta baja para poder moverse con mayor libertad.

El caballero, del lado de afuera del fuerte, miraba de reojo al cazador calculando a ojo si llegaria a protegerlo a tiempo de los poderes enemigos. Sabe perfectamente que un habil enemigo podria noquearlo en un segundo, y moriria sin remedio.

Un cazador enano, observa con un gran interes al joven cazador que tenia un panico no muy disimulado. Sabe que es un principiante, y recuerda cuando el tambien lo fue, hace ya años. Le sonrie a su arco, rememorando aquellos años, de matar crias de grifonita a diez pasos de la segura ciudad de Montsognir. Su fiel compañero de aventuras, un gol tar traido directamente del arido desierto ignita, le gruñe para que deje de sonreir como un idiota y se prepare para la batalla. A su lado un barbado comienza a gritar, y todos a su alrededor responden al grito de buena manera.

Ambos ejercitos se miran a los ojos. Apenas pueden ver parte de la anatomia separada de cada individuo pero ahora ya nadie pensaba como una unidad. Eran una parte de un todo, todos y cada uno de ellos.

Terror. Confucion.

De repente el conjurador despierta de su trance. Sostiene a un tirador, ya sin vida, con las manos tintas de sangre. Siente arcadas. El olor de las viceras al crudo sol del mediodia mancilla el aire. Lo que quedaba del ejercito de la Republica de Syrtis se miraba a lso ojos, incapaces de decir en palabras que habian perdido. A nadie le quedaban fuerzas para luchar. Pero lucharian. Todos lucharian. Y no pocos morirían.

El joven cazador llora amargamente. Una flecha perdida alcanzo en un pulmon al pobre lobo, quien murio en pocos minutos. El cazador se ecuentra arrodillado ante su fiel compañero de adenturas y entrenamiento. Parece no advertir el animo negro que anida en los corazones de sus compañeros. No le inporta nada. Tiene los puños apretados con fuerza, temblando ligeramente. Agarra su arco. Sabe que va a morir, lo sabe, y este echo parece generarle gracia. Comienza a reir mas alto, cada vez mas alto. La muerte es uan maravilla, oh si, y es tan gracioso pensar que esos inperialistas piensan que tienen miedo. El ejercito de la Republica de Syrtis tiene miedo. Pero este cazador no. Solo hay venganza en su mente.

El caballero observa reir al cazador. Al principio piensa asentarle un golpe en la cabeza para que deje de reir de ese modo. Su ria demente estaba desmoralizando aun mas a las tropas. Pero en ese momento se da cuenta de quien es. Es el joven cazador, que antes temblaba de miedo y ahora temblaba de ira. "ha crecido mucho el dia de hoy"-piensa-"El va a salir vivo de aca, y va a vivir y sufrir muchasmas guerras"

El cazador enano, mientras aún le dispara a la puerta, escucha una risa que le pone los pelos de la nuca en punta. Ese sonido de ultratumba le esta haciendo dudar si esa no sera la risa de un zarquit que se rie del dolor de su maestro. Pero luego se da cuenta de que esa voz es inconfundiblemente humana, y de sonido aflautado, muy agudo para un adulto. Recuerda al cazador qe le hizo pensar en su juventud. Recuerda el aullido de dolor de una criatura agonica luego de un disparo de distraccion. Habia pensado algo semejante a "dos pajaros de un tiro" pero, ahora sin saber porque, relaciona automaticamente ese aullido con el joven elfo, de profecion cazador.

Se puede oir claramente un estruendo. Lo poco que quedaba de puerta se derrumba. Al caerse ambos ejercitos se miran a los ojos. Los alsirios con sed de sangre. Los syrtenses con panico.

Doble post

Valkasar · 09-29-2009, 01:15 AM

Y el cazador con ira pura, que le daba a sus ojos un aspecto verdoso, y le marcaba ojeras pronunciadas. Prepara una flecha. Elige un objetivo al azar y, con todo el odio que pueda ser almacenado en ese pequeño cuerpecito, lanza la flecha.

El joven conjurador entra en estado de frenesí. Cura a un barbaro que estaba gritando intentando morir luchando -el deber de todo buen soldado- e interviene a un experimentado brujo que lanza un poderoso poder desde lo recondito de su ser.

El cazador enano siente un dolor agudo en su hombro derecho. Inmediatamente despues puede ver con terror un rostro mas semejante a una calavera gigante que se abalanza sobre el. Instintivamente se tira al suelo para protegerse y ve que la mayor parte de sus compañeros habian reaccionado de igual manera.

El caballero con su porte digno y valiente, empieza a gritarle a sus compañeros que dejen de lloriquear como niñitas y agarren sus armas. Puede ver como un cazador enemigo prepara una flecha y apunta a su joven protegido. El caballero sin pensar siquiera salta derribando al cazador, sin desenfundar su arma siquiera, y empieza a gritarle que si salia vivo no osaria atacar a ese joven nuevamente.

Un barbaro alsirio intenta golpear al caballero pero este sale despedido por una buena patada que le hace el cazador enano. El hacha del barbaro se incrusta en la pierna del enano que empieza a despotricar y a exigir a alguien que le cure inmediatamente.

El caballero ignora el dolor que le viene del vientre. Ese maldito enano le dio una buena patada y habia perdido el aliento. Pero sin aliento inculo se coloca sobre el cazador elfo y se dispone a descanzar cubriendolos a ambos con su escudo.

El conjurador sabe que estan perdiendo. Sabe que esos a quienes conosio en el campamento a la mañana yacen desmembrados y degollados en la tarima, incapaces de seguir ayudando, muriendo con los ojos en la bandera de color verde y blanca. "esto es una locura" -piensa- "no voy a llegar a sobrevivir".
Recuerda su entrenamiento de curandero. Le enseñaron que siempre debe dejar las armas a otros y curar a los aliados. "pero si no hay aliados, a quien voy a curar?!"

Un barbaro, con un hacha en las manos y una sonrisa en sus ojos, lo mira fijamente. Sin prisa, levanta su hacha del pecho de su mas reciente victima y se hacerca caminando a paso tranquilo, como si estubiera pasenado por el Valhalla Perdido.

El caballero intenta luchar, pero la sangre le escasea y las heridas son grandes. Ya no siente el dolor, solo siente cansancio. "estoy muy cansado" -dice- "buena suerte". Sus ojos se cierran lentamente, como disfrutando la sensacion de no sentir mas ese dolor. En un ultimo aliento observa al cazador que le sostiene la cabeza entre sus manos. "buena suerte, muchacho, buena suerte".

El cazador vuelve a llorar amargamente. Se da cuenta en ese ultimo momento que ese bravo y valiente hombre lo protegio con su vida de la muerte y que, ahora despojado de familiares y amigos que lo despidan propiamente, el joven cazador le dice con la voz entrecortada: "buena suerte, amigo, y gracias".

El joven conjurador, aquel de un baculo de segunda mano, comienza a invocar a los poderes de la naturaleza, sacrificando su vida por la de sus compañeros. Al tiempo de concentrarse deja de sentir ningun dolor. Somienza a sentir que flota, que desaparece en el aire sin remedio, sonriendo al fin despues de tanta sangre y muerte.

El cazador, sin pierna, dispara una rapida flecha que confunde al joven conjurador. Este, al estar en trance, no se da cuenta de lo que sucede y sigue creyendo que esta muriendo para salvar a muchos. No se da cuenta que lo estan matando. No se da cuenta que esta muriendo. No se da cuenta de que solo quedaban el y un joven cazador, ambos en sus propias ideas, uno sonriendo y otro llorando. El conjurador ensancha su sonrisa. Muere feliz.

El cazador elfo levanta su cabeza del rostro de su mas reciente amigo, muerto al minuto de ser reconosido amigo. Observa a la voraz horda de enemigos que lo observan, reclamando su cabeza. El dolor en sus ojos es tal, que hasta los mas crueles y abyectos enemigos se apartan de su camino. Todos, en especial cierto cazador enano, lo observan con un gran respeto.
El joven cazador, con el mar callendole de los ojos, levanta, sin esfuerzo aparente, a su amigo y, con la mirada mas fria que cualquier ser es capaz de reproducir, se aleja a paso lento, pasando entre un pasillo de gente que por mas que hablacen distintos idiomas y tubiesen distintas esperanzas y sueños, lo comprendian.

El cazador enano, al ver las intenciones asesinas de un tirador inescrupuloso, le asesta un solo golpe aturdidor con lo que logra darla tiempo a su enemigo para irse.

Una vez que el joven se alejó lo suficiente para que el ejercito alsirio dejase de verlo, todos los enemigos salieron de su trance. Se vieron sucios. Vieron una victoria manchada de sangre de inocentes y culpables. Vieron una bandera verde y blanca, odiada y respetada a la vez, y no supieron por vez primera, si estaban del lado correcto de la guerra.

Un caballero, con los puños apretados y la mirada dura, arranca de su lugar a la bandera enemiga. Un tirador trae con ambas manos uan bandera azul y blanca para colocarla en su lugar. Todos miraron la bandera, pero nadie grito ni festejo ni siquiera hicieron el saludo de respeto hacia el glorioso Imperio de Alsius. Los animos negros.

Alla afuera, cierto cazador llegó luego de caminar sin descanzo durante tres dias para llegar al valle de arvanna. Luego de caminar durante tres dias con sus noches, cargando a su mejor amigo para enterrarlo en el cementerio de Dohsim, se desplomó junto a la tumba y durmio y lloró, durmió y lloró por una larga noche.

Alla a lo lejos, al norte y al oeste, en una remota ciudad de hielo, un cazador agarraba sus cosas. Acusado de desertor, seguramente seran los cargos. "no me inporta" -dijo y diria por el resto de sus dias- "si me quieren encontrar solo tienen que buscarme". Y luego de atravesar la muralla, sin una misera mirada de despedida, se dirigió sin apuro ni lentitud hacia el lugar donde sale el sol. Una imagen muy optimista.

Ufffff me salio de adentro. Hace rato que venia con ganas de escribir algo asi.

Saludos y comenten,

Valkasar

Valkasar · 09-29-2009, 05:15 PM

revivir relato (5) para que no caiga en el olvido, probablemente no este bien escrito y el metodo de escritura deja mucho que desear pero me gustaria que alguien lo lea. Porque llegado al caso perdi un buen rato en esto y un buen rato que podria haber leveado al caba o al conju...

En (sin) fin, saludos
Valk

MalditoLobo · 09-29-2009, 06:06 PM

A mí me gustó.

Te dejo dos notas:

1- RIGUROSIDAD. Si se escribe, se hace sin errores de ortografía. Revisá. Releé tus textos. A veces el tiempo apura, es verdad, pero tampoco lo podés largar así nada más.

2- Podés personalizar un poco más los personajes, darles nombres, por ejemplo.

Me gusta mucho que se narre en tiempo verbal presente, así es como se cuentan las grandes historias, a mi juicio. La idea de "no saber de qué lado están" también es muy buena. Y me encantó lo del kelonte en el desierto ^^

Seguí escribiendo.

Valkasar · 09-29-2009, 06:14 PM

gracias che!
si, lo de los errores es horrible (le habre puesto acento a unas seis palabras... de terror)
Lo del kelonte iba a ser acuantis, pero la frase no me cerraba. :P
Y lo de que no tengan nombres era la idea, aunque al haber dos cazadores genera algo de confusion(lo que genera una molesta redundancia)

09-29-2009, 01:15 AM	#1
Valkasar Count Join Date: Feb 2009 Location: San Martin de los Andes Posts: 1,090	[Cuento] La reconquista del fuerte Aggersborg La mierda si que quedo largo el "cuentito" Edit: me entere que mi abuelo murio cuando estaba escribiendo esto. Ironias de la vida no? El joven conjurador observa su baculo con atencion. Sabe que esta callendose a pedazos desde hace una semana pero no consigue el oro para las reparaciones. A su alrederor ve a los aliados preparandose para la inminente batalla. De repente el vigia alerta a la tropilla de que el ejercito alsirio estara alli en breve. A una sola voz se inparten las ordenes, los conjuradores, que curen y revivan. "Los arqueros, que tiren flechas" contesta un inpertinente conjurador apostrado contra la bandera. "dejate de joder -contesta un barbaro, curtido en mil batallas- sabes a que me refiero". A lo lejos se escuchan diversos gritos de batalla. Todos -incluidos los guerreros- se alzan orguyosamente sobre la tarima. Nadie se amedrena ante la evidente superioridad numerica o, al menos, nadie lo demuestra. Ambos ejercitos empiezan a preparar sus poderes, intentando desmoralizar al enemigo. Los cazadores, sabiendo eso, llevaban por mascota inpresionantes trolls de tres metros, los cuales les hacian gestos obcenos a los enemigos. Los conjuradores descanzaban entre los hehizos de proteccion que lanzaban en los aliados y en ellos mismos, sabiendo que en una batalla es mejor entrar con toda su energia disponible. El joven conjurador hace lo propio. Un cazador, de apenas quince primaveras, observa inpresionado a los musculosos barbaros, cuyos brazos eran anchos como todo su cuerpo, y a los valientes caballeros, de expresion bondadosa, sabiendose los mas aptos para resistir el daño enemigo y asi proteger a sus aliados mas debiles. Un caballero observa de reojo al joven cazador, que miraba su escudo de aspecto inpotente. "este muchacho va a salir vivo de este infierno, yo me voy a encargar de eso" -piensa, mirando sin disimulo al joven, que de repente estaba muy interesado en el estado de las garras de su lobo. A lo lejos un creciente grito de guerra distrae los pensamientos del caballero, que, por acto reflejo, se para adelante de sus aliados que estaban bajando de la tarima. El conjurador se concentra en su respiracion para no pensar en la carniceria que se desarrollaria en breve. Le rogaba, silenciosamente, a su estomago que resistiera ver a los aliados masacrados pero vivos, pidiendo un poco de ayuda para volver a la batalla. El cazador, nervioso como kelonte en el desierto, se para en la tarima junto a los tiradores que, a su vez, le pidieron que dejase a su mascota en la planta baja para poder moverse con mayor libertad. El caballero, del lado de afuera del fuerte, miraba de reojo al cazador calculando a ojo si llegaria a protegerlo a tiempo de los poderes enemigos. Sabe perfectamente que un habil enemigo podria noquearlo en un segundo, y moriria sin remedio. Un cazador enano, observa con un gran interes al joven cazador que tenia un panico no muy disimulado. Sabe que es un principiante, y recuerda cuando el tambien lo fue, hace ya años. Le sonrie a su arco, rememorando aquellos años, de matar crias de grifonita a diez pasos de la segura ciudad de Montsognir. Su fiel compañero de aventuras, un gol tar traido directamente del arido desierto ignita, le gruñe para que deje de sonreir como un idiota y se prepare para la batalla. A su lado un barbado comienza a gritar, y todos a su alrededor responden al grito de buena manera. Ambos ejercitos se miran a los ojos. Apenas pueden ver parte de la anatomia separada de cada individuo pero ahora ya nadie pensaba como una unidad. Eran una parte de un todo, todos y cada uno de ellos. Terror. Confucion. De repente el conjurador despierta de su trance. Sostiene a un tirador, ya sin vida, con las manos tintas de sangre. Siente arcadas. El olor de las viceras al crudo sol del mediodia mancilla el aire. Lo que quedaba del ejercito de la Republica de Syrtis se miraba a lso ojos, incapaces de decir en palabras que habian perdido. A nadie le quedaban fuerzas para luchar. Pero lucharian. Todos lucharian. Y no pocos morirían. El joven cazador llora amargamente. Una flecha perdida alcanzo en un pulmon al pobre lobo, quien murio en pocos minutos. El cazador se ecuentra arrodillado ante su fiel compañero de adenturas y entrenamiento. Parece no advertir el animo negro que anida en los corazones de sus compañeros. No le inporta nada. Tiene los puños apretados con fuerza, temblando ligeramente. Agarra su arco. Sabe que va a morir, lo sabe, y este echo parece generarle gracia. Comienza a reir mas alto, cada vez mas alto. La muerte es uan maravilla, oh si, y es tan gracioso pensar que esos inperialistas piensan que tienen miedo. El ejercito de la Republica de Syrtis tiene miedo. Pero este cazador no. Solo hay venganza en su mente. El caballero observa reir al cazador. Al principio piensa asentarle un golpe en la cabeza para que deje de reir de ese modo. Su ria demente estaba desmoralizando aun mas a las tropas. Pero en ese momento se da cuenta de quien es. Es el joven cazador, que antes temblaba de miedo y ahora temblaba de ira. "ha crecido mucho el dia de hoy"-piensa-"El va a salir vivo de aca, y va a vivir y sufrir muchasmas guerras" El cazador enano, mientras aún le dispara a la puerta, escucha una risa que le pone los pelos de la nuca en punta. Ese sonido de ultratumba le esta haciendo dudar si esa no sera la risa de un zarquit que se rie del dolor de su maestro. Pero luego se da cuenta de que esa voz es inconfundiblemente humana, y de sonido aflautado, muy agudo para un adulto. Recuerda al cazador qe le hizo pensar en su juventud. Recuerda el aullido de dolor de una criatura agonica luego de un disparo de distraccion. Habia pensado algo semejante a "dos pajaros de un tiro" pero, ahora sin saber porque, relaciona automaticamente ese aullido con el joven elfo, de profecion cazador. Se puede oir claramente un estruendo. Lo poco que quedaba de puerta se derrumba. Al caerse ambos ejercitos se miran a los ojos. Los alsirios con sed de sangre. Los syrtenses con panico. Doble post __________________ Poptart, caza 53. Omlette, conju 50. Strawberry, barbaro en ascenso, Haven, Alsius. Van SacKK. Last edited by estamoslocosdeatar; 09-29-2009 at 05:12 PM.

09-29-2009, 01:15 AM	#2
Valkasar Count Join Date: Feb 2009 Location: San Martin de los Andes Posts: 1,090	Y el cazador con ira pura, que le daba a sus ojos un aspecto verdoso, y le marcaba ojeras pronunciadas. Prepara una flecha. Elige un objetivo al azar y, con todo el odio que pueda ser almacenado en ese pequeño cuerpecito, lanza la flecha. El joven conjurador entra en estado de frenesí. Cura a un barbaro que estaba gritando intentando morir luchando -el deber de todo buen soldado- e interviene a un experimentado brujo que lanza un poderoso poder desde lo recondito de su ser. El cazador enano siente un dolor agudo en su hombro derecho. Inmediatamente despues puede ver con terror un rostro mas semejante a una calavera gigante que se abalanza sobre el. Instintivamente se tira al suelo para protegerse y ve que la mayor parte de sus compañeros habian reaccionado de igual manera. El caballero con su porte digno y valiente, empieza a gritarle a sus compañeros que dejen de lloriquear como niñitas y agarren sus armas. Puede ver como un cazador enemigo prepara una flecha y apunta a su joven protegido. El caballero sin pensar siquiera salta derribando al cazador, sin desenfundar su arma siquiera, y empieza a gritarle que si salia vivo no osaria atacar a ese joven nuevamente. Un barbaro alsirio intenta golpear al caballero pero este sale despedido por una buena patada que le hace el cazador enano. El hacha del barbaro se incrusta en la pierna del enano que empieza a despotricar y a exigir a alguien que le cure inmediatamente. El caballero ignora el dolor que le viene del vientre. Ese maldito enano le dio una buena patada y habia perdido el aliento. Pero sin aliento inculo se coloca sobre el cazador elfo y se dispone a descanzar cubriendolos a ambos con su escudo. El conjurador sabe que estan perdiendo. Sabe que esos a quienes conosio en el campamento a la mañana yacen desmembrados y degollados en la tarima, incapaces de seguir ayudando, muriendo con los ojos en la bandera de color verde y blanca. "esto es una locura" -piensa- "no voy a llegar a sobrevivir". Recuerda su entrenamiento de curandero. Le enseñaron que siempre debe dejar las armas a otros y curar a los aliados. "pero si no hay aliados, a quien voy a curar?!" Un barbaro, con un hacha en las manos y una sonrisa en sus ojos, lo mira fijamente. Sin prisa, levanta su hacha del pecho de su mas reciente victima y se hacerca caminando a paso tranquilo, como si estubiera pasenado por el Valhalla Perdido. El caballero intenta luchar, pero la sangre le escasea y las heridas son grandes. Ya no siente el dolor, solo siente cansancio. "estoy muy cansado" -dice- "buena suerte". Sus ojos se cierran lentamente, como disfrutando la sensacion de no sentir mas ese dolor. En un ultimo aliento observa al cazador que le sostiene la cabeza entre sus manos. "buena suerte, muchacho, buena suerte". El cazador vuelve a llorar amargamente. Se da cuenta en ese ultimo momento que ese bravo y valiente hombre lo protegio con su vida de la muerte y que, ahora despojado de familiares y amigos que lo despidan propiamente, el joven cazador le dice con la voz entrecortada: "buena suerte, amigo, y gracias". El joven conjurador, aquel de un baculo de segunda mano, comienza a invocar a los poderes de la naturaleza, sacrificando su vida por la de sus compañeros. Al tiempo de concentrarse deja de sentir ningun dolor. Somienza a sentir que flota, que desaparece en el aire sin remedio, sonriendo al fin despues de tanta sangre y muerte. El cazador, sin pierna, dispara una rapida flecha que confunde al joven conjurador. Este, al estar en trance, no se da cuenta de lo que sucede y sigue creyendo que esta muriendo para salvar a muchos. No se da cuenta que lo estan matando. No se da cuenta que esta muriendo. No se da cuenta de que solo quedaban el y un joven cazador, ambos en sus propias ideas, uno sonriendo y otro llorando. El conjurador ensancha su sonrisa. Muere feliz. El cazador elfo levanta su cabeza del rostro de su mas reciente amigo, muerto al minuto de ser reconosido amigo. Observa a la voraz horda de enemigos que lo observan, reclamando su cabeza. El dolor en sus ojos es tal, que hasta los mas crueles y abyectos enemigos se apartan de su camino. Todos, en especial cierto cazador enano, lo observan con un gran respeto. El joven cazador, con el mar callendole de los ojos, levanta, sin esfuerzo aparente, a su amigo y, con la mirada mas fria que cualquier ser es capaz de reproducir, se aleja a paso lento, pasando entre un pasillo de gente que por mas que hablacen distintos idiomas y tubiesen distintas esperanzas y sueños, lo comprendian. El cazador enano, al ver las intenciones asesinas de un tirador inescrupuloso, le asesta un solo golpe aturdidor con lo que logra darla tiempo a su enemigo para irse. Una vez que el joven se alejó lo suficiente para que el ejercito alsirio dejase de verlo, todos los enemigos salieron de su trance. Se vieron sucios. Vieron una victoria manchada de sangre de inocentes y culpables. Vieron una bandera verde y blanca, odiada y respetada a la vez, y no supieron por vez primera, si estaban del lado correcto de la guerra. Un caballero, con los puños apretados y la mirada dura, arranca de su lugar a la bandera enemiga. Un tirador trae con ambas manos uan bandera azul y blanca para colocarla en su lugar. Todos miraron la bandera, pero nadie grito ni festejo ni siquiera hicieron el saludo de respeto hacia el glorioso Imperio de Alsius. Los animos negros. Alla afuera, cierto cazador llegó luego de caminar sin descanzo durante tres dias para llegar al valle de arvanna. Luego de caminar durante tres dias con sus noches, cargando a su mejor amigo para enterrarlo en el cementerio de Dohsim, se desplomó junto a la tumba y durmio y lloró, durmió y lloró por una larga noche. Alla a lo lejos, al norte y al oeste, en una remota ciudad de hielo, un cazador agarraba sus cosas. Acusado de desertor, seguramente seran los cargos. "no me inporta" -dijo y diria por el resto de sus dias- "si me quieren encontrar solo tienen que buscarme". Y luego de atravesar la muralla, sin una misera mirada de despedida, se dirigió sin apuro ni lentitud hacia el lugar donde sale el sol. Una imagen muy optimista. Ufffff me salio de adentro. Hace rato que venia con ganas de escribir algo asi. Saludos y comenten, Valkasar __________________ Poptart, caza 53. Omlette, conju 50. Strawberry, barbaro en ascenso, Haven, Alsius. Van SacKK.

09-29-2009, 05:15 PM	#3
Valkasar Count Join Date: Feb 2009 Location: San Martin de los Andes Posts: 1,090	revivir relato (5) para que no caiga en el olvido, probablemente no este bien escrito y el metodo de escritura deja mucho que desear pero me gustaria que alguien lo lea. Porque llegado al caso perdi un buen rato en esto y un buen rato que podria haber leveado al caba o al conju... En (sin) fin, saludos Valk __________________ Poptart, caza 53. Omlette, conju 50. Strawberry, barbaro en ascenso, Haven, Alsius. Van SacKK.

09-29-2009, 06:06 PM	#4
MalditoLobo Master Join Date: Mar 2008 Location: Acracia Posts: 434	A mí me gustó. Te dejo dos notas: 1- RIGUROSIDAD. Si se escribe, se hace sin errores de ortografía. Revisá. Releé tus textos. A veces el tiempo apura, es verdad, pero tampoco lo podés largar así nada más. 2- Podés personalizar un poco más los personajes, darles nombres, por ejemplo. Me gusta mucho que se narre en tiempo verbal presente, así es como se cuentan las grandes historias, a mi juicio. La idea de "no saber de qué lado están" también es muy buena. Y me encantó lo del kelonte en el desierto ^^ Seguí escribiendo. __________________ Still alive! www.adistantnoise.com

09-29-2009, 06:14 PM	#5
Valkasar Count Join Date: Feb 2009 Location: San Martin de los Andes Posts: 1,090	gracias che! si, lo de los errores es horrible (le habre puesto acento a unas seis palabras... de terror) Lo del kelonte iba a ser acuantis, pero la frase no me cerraba. :P Y lo de que no tengan nombres era la idea, aunque al haber dos cazadores genera algo de confusion(lo que genera una molesta redundancia) __________________ Poptart, caza 53. Omlette, conju 50. Strawberry, barbaro en ascenso, Haven, Alsius. Van SacKK.