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La Taberna Un lugar para conversar sobre casi cualquier tema |
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02-20-2014, 03:12 PM | #1 |
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Viejisimos relatos de Alsius
Haciendo limpieza de archivos, me topé con unos relatos que había escrito y publicado en mi viejo clan, hoy casi desaparecido: Avalancha Glacial.
Lo publico como recuerdo de una era dorada, tal vez alguno quede que nos recuerde... Formábamos, como otras tantas noches una partida de caza pequeña, pero aguerrida y letal como pocas. Hacia ya varias horas que habíamos dejado Aggersborg atrás, luego de una pequeña refriega con Ignitas, y creo que no nos quedaba mucho territorio Syrtense por recorrer. Al parecer los elfos cazadores tenían una mala jornada, era literalmente imposible que con su número y experiencia no nos hubieran encontrado y despedazado en plena llanura. Pero no, aun golpeados y agotados hasta casi el desmayo habíamos barrido kilómetros de territorio enemigo dejando un tendal de contrincantes listos para que el enterrador hiciera su trabajo. Entre Algaros y el Puente Pinos Este salimos del camino y nos refugiamos al reparo de unos árboles que, sumados al desnivel del terreno nos daban la protección visual perfecta para no ser fácilmente descubiertos. Estoy cansado y hambriento, exclame. Marck sin dudarlo dijo, voy por leña quien busca la cena? Me apetece carne de diente de sable contesto Tom, y de un salto salio disparado, acompañado de Basker, con una flecha cargada en su arco hacia un claro donde dos bestias retozaban desconociendo su futuro inmediato. Vitale y Andre fueron en busca de agua del río cercano. Mientras nos quedamos un rato solos, le alcance la bota de cuero con el mejor vino que vende Edwald Drybottom en Montsognir a Moto quien bebió un trago corto y me lo devolvió agradecido. El mago ya estaba de vuelta con la leña, encendiéndola con tan solo un conjuro y el movimiento de su báculo. Por que no te aprendes un hechizo que haga aparecer la carne ya asada Marck? Le espetó el Dolape. No gracias, soy de la vieja escuela, una cosa es quemar con magia, otra muy distinta es llevártela a la boca, los únicos que comen lo que sale de mi báculo son esos podridos elfos…. Al parecer cenaríamos en paz, solo Org sabia por qué los elfos estaban tan tranquilos esta noche. Cuando me dispuse a sentarme apoyado en un árbol , la columna me recordó, en un instante, que demasiados años llevaba ya sobre mis espaldas, Por los huesos de mi abuela, refunfuñe….. Mirándome casi con pena, Moto con una sonrisa me pregunto, y donde están esos huesos Steel? Sin levantar la vista de mi porción de gato, le respondí, te aseguro querido amigo que tardarían menos los verdes en abrir el portal que yo en relatarte mi historia. Y quien tiene apuro?, pregunto con su habitual dulzura la única mujer del grupo. Listo a contar mi historia, mire fijo a la luna, como si en ella encontrara escrita la partitura de una opera larga, muy larga… .- DE OTRAS TIERRAS EXTRAÑAS Durante generaciones mi familia ha habitado un reino lejano conocido como Argentum. Supo desde sus inicios ser cuna de cultura, artes y ciencias. Solo un rústico poblado al principio, Banderville es en la actualidad una ciudad maravillosa. Casas de madera y paja, dejaron lugar con el paso del tiempo a una fortaleza de piedra inexpugnable. Los registros históricos hablan de un líder, Pablo “Morgolock” Marquez como el responsable de aglutinar en esos lejanos tiempos al primer grupo de humanos en dichas tierras. Fueron ellos también quienes tuvieron los primeros contactos con otras razas que habitaban las zonas aledañas: enanos, elfos, y los temibles orcos, alternaron épocas de paz y armonía con otras de terribles enfrentamientos armados con los humanos que intentaban afincarse pacíficamente en estas tierras. Sé por esos mismo registros históricos que mi antecesor mas antiguo del que se tenga noticia, fue también el primer herrero que existió en esa cultura. Haciéndose conocido el y sus sucesores como los Steel, hasta nuestros días. Bander, como hoy todos la nombramos, es también un puerto muy activo, sus costas, desde las cuales yo partí para estar hoy entre Uds. concentran una actividad pesquera pujante y da cobijo a una de las armadas mas impresionantes de la que se tenga noticias. Prácticamente todos los habitantes de Bander, aparte de nuestra actividad normal, nos convertimos en navegantes, ya desde pequeños. Argentum comenzó en Bander y los bosques aledaños, pero hoy, siglos mas tarde es un reino muy extendido y en el se libra continuamente una batalla sin fin entre dos bandos muy definidos, el Ejército Real, con sede en Bander y fiel al Rey; y por otro lado la legión Oscura cuya capital es la ciudad de Arghal, increiblemente cercana a Bander. Ya os contaré como y por que nacieron cada una. Como dije antes Morgolock reunió a los primeros habitantes junto al mar, hombres y mujeres esparcidos por distintas tierras y muchas veces asediados por otras razas. Tal vez su principal contribución fue que enseño un camino hasta ese momento desconocido, distintas razas podían convivir en paz y nutrirse unas a otras con sus costumbres y culturas. En cuanto a mis antecesores con el paso del tiempo no solo aprendieron a forjar mas y mejores armas, cuando las circunstancias lo requirieron también aprendieron a usarlas, siempre, por supuesto, al servicio del Rey. El sonido lejano de los cascos de decenas de caballos nos puso a todos en guardia, no cabía duda, una nueva irrupción de elfos se dirijía a Trelleborg, La ronca voz del Dolape se oyó apenas: Por Org, es que no se cansan jamás de ensartarse en nuestras espadas estos orejudos? Al parecer no, le respondí, ya molesto porque interrumpían mi relato el cual, tal vez, y solo tal vez, pueda continuar mas tarde...
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Estas Verde de envidia?, Rojo de odio?, tranquilizate, solo algunos tenemos la sangre Azul.Alsius: pocos pero buenos
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02-20-2014, 03:14 PM | #2 |
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Continuación...
La noche paso tranquila, apenas un par de veces se oyeron cascos de caballos a cierta distancia, pero nada sobresaltó el sueño del grupo. El amanecer se presentó distinto, el sol apenas comenzaba a vencer las sombras cuando un cuervo se poso, primero en una rama cercana y luego graznando fuertemente, sobre un tronco a centímetros de mi cabeza. El ruido nos despertó a todos. Eleve mi brazo, y automáticamente el ave se poso en el, dejándome sacar el mensaje que traía firmemente atado a su pata. Desenrolle la misiva sabiendo que nada bueno podía venir a estas horas. El sello real confirmaba la autenticidad de la carta, dirijida a Tom, que éste leyó en voz alta mientras se desperezaba: Amigo, una vez mas el imperio requiere tu ayuda y la de tus valientes compañeros de batalla. Durante las últimas horas de la noche hemos avistado gran cantidad de elfos obscuros cruzando los puentes que unen nuestra amada tierra con Ignis. Los generales Gunnar Fiendbane e Ingmar ya estan reuniendo todas las tropas disponibles para defender Trelleborg y Aggersborg. Trata de reunir a la brevedad el mayor número de guerreros posible y partan de inmediato hacia el castillo. Hay un fuerte olor a invasión, no cabe duda que siguen sangrando por la herida que les dejara nuestra última visita al dragón dorado. Usa éste mismo pájaro para confirmarme tu decisión. Les envío un fuerte abrazo a ti y a tus amigos, hasta pronto, firmado, Baldrik Hammerstriker. Tom garabateó rápidamente la respuesta afirmativa y envió al cielo al negro mensajero. No hizo falta decir nada, cada uno conocía al pié de la letra su deber, sin decir agua vá saltamos a nuestros caballos y salimos disparados hacia el mercado de Pinos donde sabíamos se estarían reuniendo los clanes mas poderosos de Alsius. La estrategia era sencilla y muy efectiva las tropas regulares del imperio estacionadas naturalmente en Birka, ante cualquier alarma, corrían a reforzar las defensas de Trelleborg, y las de Hopstad a Aggersborg. Mientras que los irregulares, es decir, los distintos clanes, sin un punto de asiento fijo, corríamos hacia el mercado de Pinos, usándolo como punto de partida. A medida que nos internábamos mas en nuestras tierras, señas de movimiento se empezaban a notar, Cuernos de batalla sonaban desde el este, estandartes dispuestos por el camino que unía la muralla con el mercado daban las nuevas e instaban a la defensa. Para cuando llegamos al mercado ya había un par de centenas de guerreros con el habitual buen humor de los Alsirios y dispuestos a cortar orejas rojas puntiagudas. Desde mi llegada a éste reino, siempre me llamo la atención el espíritu increíble de sus pobladores, desde el noble con mas alcurnia, hasta el mozo de establo mas humilde, todos compartían un espíritu de sacrificio que hacía desaparecer la inferioridad numérica, muy notable, que tenían con sus adversarios. En el mercado, apenas tomamos un momento para refrescar las cabalgaduras, y saludar a los amigos. Vaya, otra vez estaremos cinco a uno abajo, vaticinó el Dolape, viendo que en el tiempo transcurrido apenas una docena de luchadores más se habían acercado. No veo a nadie de la Fragua, observó Basker, a lo cual un brujo de La Jihad acoto que estaban en una misión encargada por los nobles en tierras Syrtense. Bueno marchemos, dijo Tom, el tiempo corre y estos brutos no nos van a esperar toda la mañana. Decidimos cortar camino por el pozo de Torkhul, sabiendo que por allí evitaríamos las partidas de verdes que seguramente, advertidos de la maniobra Ignita, aprovecharían para molestarnos y hacernos perder tiempo. A medida que el terreno se hacia mas escarpado y frío, las bromas y charlas del grupo se fueron apagando. Ya entrando por la península el viento helado cortaba el aliento. Ésto que para los Alsirios era un deleite, para los elfos rojos era una tortura, acostumbrados a su tierra reseca y calurosa, los miembros se les congelaban hasta casi dejarlos tiesos. Claro está que cuando nosotros nos adentrábamos en sus tierras el efecto contrario también afectaba, haciendo que las armaduras y cascos se volvieran una carga casi insoportable por el calor y el polvo rojo que todo lo impregnaba. Un cazador del “Peor” se ofreció a adelantarse y ver en que condiciones estaban las cosa mas adelante. Al rato volvió agitado informando lo que ya temíamos, las banderas rojas flameaban en los mástiles de nuestro castillo. La hora, y el ataque sorpresivo les habían servido para dar cuenta de las pocas defensas existentes. El grueso del grupo nos estacionamos en la última curva del camino después de la cual se hacía visible el castillo. La primer táctica, ya usada hasta el cansancio pero siempre efectiva, consistía en que un pequeño grupo, con caballos ágiles y livianos se dejara ver por los elfos que mas se alejaban de la fortificación. Antes de estar al alcance de las flechas enemigas giraban 180 grados atrayendo a los mas inexpertos y ansiosos enemigos que, una vez que se daban cuenta de su error, ya no tenían tiempo de reaccionar y una cálida lluvia de flechas y hechizos los hacían morder el polvo. Pero esto no nos engañaba, sabíamos que un numero muy superior de rojos, se apertrechaba en el castillo, y que sacarlos de allí iba a costar como siempre mucha sangre y sudor. Una vez mas fui testigo de la valentía de esta gente acostumbrada a soportar el dolor sin chistar, a dar un brazo con una sonrisa, si ello le era útil a un compañero. Podría llenar libros enteros con pequeñas historias del valor y el sacrificio de éste admirable pueblo, pero creédme, dejaré esa tarea para el día en que vuelva a mis tierras y ya no tenga mas fuerzas de empuñar una arma. Solo diré, como corolario de éste pequeño relato que guiados por un Dios al que veneran, Org, una vez mas expulsaron a los invasores permitiéndome el alto honor de acompañarlos. Una vez que el último elfo fue despachado, entramos cansados y doloridos al castillo, buscando un lugar donde desayunar en paz. Al tiempo que los guardias reales retomaban sus puestos de vigía y los trabajadores comenzaban a reparar los destrozos causados por la batalla. Usamos los trapos rojos y algunos troncos para preparar un fuego y calentar algo de agua, Marck sacó de sus alforjas unos panes algo secos pero aún así sabrosos. Como siempre la encargada de prepara una infusión caliente fue Kimari con sus expertas manos. Mientras el resto de los clanes se retiraba lentamente hacia sus ocupaciones, comenzamos a disfrutar del frugal desayuno comentando algunos detalles de la batalla. En eso estábamos, cuando otro cuervo se poso cerca nuestro mostrando un nuevo mensaje adherido. Moto fue quien lo desenrollo y al tiempo que me miraba dijo medio burlón: Hey Steel, en que problema te has metido?, los nobles te quieren hoy en el consejo; y estiro su corto brazo alcanzándome la misiva. En efecto, leí rápidamente la nota que decía: Estimado Steelhard: le rogamos que se acerque cuanto antes a Montsognir y se reúna con nosotros en el salón del consejo de nobles. Un asunto de vital importancia para el Imperio se ha presentado y creemos que Usted nos podrá ayudar a resolverlo, firmado Gunter Softkill Nuevamente sentí las miradas de mis amigos fijos en mi, pero esta vez no esperaban ningún relato. Simplemente me puse de pié, salude al grupo y me encaminé hacia la salida del castillo. Apenas había caminado unos pasos cuando escuche a Vitale gritar: espera Steel, tengo asuntos pendientes en Montsognir, si no te molesta, me gustaría compartir el camino. Me di vuelta al tiempo que contestaba, por supuesto que será un gusto viajar contigo, amigo. El portón de entrada ya había sido reparado y al atravezarlo dos guardias nos saludaron cuadrándose como si fuéramos dos oficiales. Una ráfaga gélida me recordó que, si bien no me disgustaba el clima frío, estaba muy lejos de disfrutarlo como los originarios de estas tierras y mucho menos como los Utghars. Steelhorse pastaba distraído a 50 metros de distancia, comiendo unas matas que asomaban entre la nieve. Apenas escuchó mi silbido, corrió a mi encuentro. Ya montados, revisamos que nuestras armas estuvieran listas para ser usadas en cualquier circunstancia del camino, hecho ésto, partimos hacia la capital del imperio.
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02-23-2014, 10:19 PM | #3 |
Baron
Join Date: Oct 2009
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Posts: 635
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La mejor epoca de la comunidad, en el jueg y en el foro.
Se los extraña a Tom, a Moto, y al "por Org"
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uliking /// Malas Compañias The only way to get smarter is by playing a smarter opponent -Fundamentals of chess 1885-
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